Cuando tenía 7 años mis padres me regalaron un oso de peluche al cual llame Tomy. Esa misma tarde mis papas tuvieron un accidente, del cual mi mamá no volvió. Después de eso mi papá se culpo de la muerte de mi mamá y se sumergió en el alcohol. Mi pequeño Tomy fue el único recuerdo que me quedaba de mi madre, siempre lo abrasaba y las lagrimas no paraban de caer. Cuando tuve 18 años al llegar a mi casa encontré a la policía en la puerta de mi casa. Ellos me explicaron que mi padre se había matado y solo había dejado una nota:
Querida Kate:
Lamento haber sido el peor padre que una nena pueda tener. Seguro que me odias, pero yo a ti te quiero mucho y deseo que seas feliz en tu nueva vida. Feliz cumpleaños.
Papa
Al leer esta nota me puse a llorar, la única persona que me quedaba se había ido dejándome solo con un oso de peluche.