Antojo de Media Noche

El siguiente shot es para celebrar mi cumpleaños en Wattpad.

A mi marida (te extraño Nate) y a mi Neko-Squ-chan (regalo para ambas).

El fic se sitúa en un post-Next Dimension, post-Soul of gold, donde amm... Atenea revivió a todos los caballeros y algunos humanos y el universo tiene un nuevo orden...

Podría considerarse una precuela de otro de mis fics que se titula  "¿Cómo le vamos a llamar amor?"

Advertencia de Humor picaresco, insinuación de ciertos temas subidos de tono y locuras de la autora.

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Una suave voz le sacó de su contemplación del cielo nocturno.

-Siegfried –su nombre resonó en esa cálida habitación

Se acercó con cautela hasta el lecho desde donde le llamaba esa mujer

-Dígame señorita Hilda –se arrodilló a su lado

-Tengo hambre –expuso la representante de Odín

La afirmación tomó por sorpresa al Dios Guerrero, por unos instantes pensó que había escuchado mal, pero al ver la expresión en el rostro de la mujer asintió.

-en seguida ordenaré a los cocineros que le preparen algo –aseguró poniéndose de pie

-No Siegfried, lo que deseo no es que me preparen algo –le detuvo la representante de Odín

El caballero enarcó una ceja sin comprender a lo que se refería la fémina

-quiero algo diferente –aseguró la ojiazul

-y... ¿qué es lo que desea señorita Hilda? –interrogó interesado el Dios Guerrero

La mujer guardó silencio unos instantes y llevó uno de sus dedos hasta sus labios en señal de que estaba pensando lo que deseaba.

-sandía... -soltó repentinamente la peliazul

-¿perdón? –respondió automáticamente el ojiazul

-Así es Siegfried, deseo comer sandía –respondió con una sonrisa persuasiva la representante de Odín en la tierra

Por todos los dioses, la señorita Hilda debía de estar bromeando, de dónde iba a sacar el Dios Guerrero esa fruta de clima templado en medio de las gélidas tierras de Asgard.

-¿Mi petición es demasiado Siegfried? –se sentó con algo de dificultad a la orilla de la cama

-¡Señorita Hilda! No tiene por qué ponerse de pie –trató de hacerla volver al lecho

-Siegfried –le llamó severa –aún puedo levantarme, no estoy inválida ni mucho menos –aseguró con una mirada inflexible

-No es por eso señorita Hilda, es solo que no tiene por qué molestarse, yo me encargaré de saciar su antojo –prometió el Dios Guerrero

-Muchas gracias querido Siegfried –agradeció recostándose nuevamente –te estaré esperando –le dedicó una sonrisa cautivadora antes de verlo partir.

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Andando por los pasillos del Valhala el Dios Guerrero de Alfa meditaba cómo resolver su problema, pero cuál fue su sorpresa al escuchar ciertas risillas provenientes de la habitación de la señorita Flare. Se ocultó detrás de una de las columnas y observó cómo era que de esa recámara salía cierto Dios Guerrero de Beta de nombre Hagen a medio vestir y tímidamente se asomaba por la puerta envuelta en sábanas la hermana menor de la señorita Hilda.