El sol del amanecer aún no salía, pues aún persistía todavía la penumbra.
Era la hora para despertarse, prepararse e ir a la escuela... pero ni ganas de ir tenía, a sabiendas de que el conflicto vivía ahí; para mí y para mis compañeros eso no era estudiar, mucho más era el peso por ser nuestro último semestre.
Me levanté de mi cama en dirección a mi closet, colgado ahí colgado estaba mi uniforme... no estoy segura del porqué, y tampoco quería saberlo, pero a tan solo unos centímetros de tomarlo, la había hecho un lado... sacando una de mis camisas negras junto con mi saco de camuflaje militar y mis botas negras...
Me vi en el espejo, de mi coleta ya hecha desprendí mi dona con intenciones de dejarla suelta y revuelta; creyendo que eso era todo... tome un sombrero que era de mi antiguo disfraz de militar alemán: "Estoy lista" me decía... al mismo tiempo que ya no me reconocía.
-¿A dónde vas vestida así?- preguntaba mi madre quien también se había despertado, cuestionando en preocupación al verme tan distinta de lo habitual
-A la escuela...- respondí secamente, pues la única verdad que evitaba decirle era la revolución que apenas iba a suceder en la escuela. Pase de lado a ella, no miraba atrás, me negaba hacerlo... pero me detuve al escuchar como mi madre me llamaba.
-No puedes, ¿sabes lo peligroso que es? Me prometiste que no te arriesgarías...
-Lo siento, pero debo hacerlo... si no soy yo; nada va a cambiar. Lo que busco con esto es justicia... justicia para todos, para mí, para mis compañeros, para el niño... no hay elección...- fui directa al hablar, aún cuando tenía miedo de salir... debía demostrarle que nada malo pasaría...
"Aunque fuese una mentira"
-Si es así, lleva tu celular, si pasa algo ... puedes llamar a tu padre
-Lo haré- la miró con una sonrisa ligera para calmarla, y sin demoró alguno me fui de la casa... abandonando mis utiles escolares... junto con mi teléfono celular
Realmente le había mentido, pero lo hizo para protegerla de la situación... dejando toda mi vida en la casa, y llevando conmigo el mismo traje militar manchado por el color de aquellos que habían caído durante ese ciclo interminable... carmesí teñido a negro, al igual que mis pensamientos.
Solo mi perseverancia me acompañaba... con cada minuto que el camión se acercaba, era un minuto más en los que me metía en problemas.
"Fue hace 50 años que un grupo de estudiantes se reunieron en la plaza de las tres culturas de la Ciudad de México... y muchos de ellos, incluyendo a mis compañeros, no volvieron jamás a casa... pues un gobierno autoritario los asesinó por exigir justicia a nuestro Estado. Mataron a sangre fría a todos para silenciarlos... ese día el sol no volvió tras el ataque de aquella tarde, la lluvia simplemente limpiaba la sangre que había sido derramada... y todo por un Estado que aún no aprende de sus acciones."
"Mis amigos murieron..."
"Vecinos lloraban por sus perdidos..."
"Las noticias limitaban sus anuncios..."
"Y el maldito gobernador limpiándose las manos tras notas que serían descubiertas"
"Todo por su culpa"
Al sentir los rayos del sol... supe que todo era un triste e irreal sueño...
Pues este ciclo infinito no me permitía avanzar, el tiempo me retiene a vivir una y otra vez esta época de la historia, no traspasando a un nuevo mañana, vagando entre la agonía y la pereza... pues he intentado evitar tal atrocidad... pero aun después de haber sabido la verdad... nunca pude salvarlos...
"Nunca lo logré..."

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El Silencio más Fino
Short Story2 de octubre no se olvida... Vivos se los llevaron, y vivos los queremos... ¡2 de octubre no se olvida! ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! ¡¡2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!! ¡¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!!