Pasión en Paris

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-Esas no son formas de disfrutar de tan buen vino -comente, cuando lo vi dar un largo trago desde la misma botella. Se encogió de hombros.

-Y estas no son horas para que andes despierta. -una larga sonrisa se escapo de mis labios.

-¿Ahora vas a controlar cuando duermo, papá? -bromee dando pasos pausados hasta él. Él se giro en el alfeizar de la ventana y aproveche el movimiento para acomodarme entre sus piernas. Deslice mis manos por el interior de su bata de baño y acaricie su pecho.

-No, pero pensé que te había dejado lo suficientemente agotada como para dormir toda la noche. -respondió con descaro y no pude evitar enarcar una ceja, sonreí de medio lado.

-Eres demasiado engreído ¿Te lo han dicho?

-Solo soy muy seguro de lo que puedo dar. -apresó con sus dedos la parte baja de mi bata de baño y tiro para pegarme más a él. Cruce mis brazos sobre su espalda y él aprovecho la corta distancia entre nuestros cuerpos para besar la parte trasera de mi oreja. Mientras con su mano libre apretaba y estrujaba con fuerza mi trasero. Suspire.

-Tal vez necesite que me agotes más -susurre cerca de su oído y lo sentí estremecerse bajo mi tacto. Rozó con sus dientes el lóbulo de mi oreja y tiro de él.

-Me parece buena idea -comentó. Se alejó de mi y colocando la botella de vino a medio llenar sobre el concreto, se puso de pie y en un rápido movimiento me levanto. Rodee con mis piernas sus caderas, lo sentí caminar hasta el sofá y dejarme caer sobre él. Reí.

-Pensé que iríamos a la cama, pero esta ubicación me gusta más. -dije con fingida inocencia, mirándolo desde abajo mientras estiraba mis manos para comenzar a desabrochar el nudo de su bata. La abrí por completo y deslice mis manos por sobre su vientre hasta llegar a su miembro. Lo rodee con mis dedos y lo masajee repetidas veces. Un gruñido se escapo de su garganta. Deje un húmedo beso sobre la parte baja de su vientre cerca de su miembro. Deslice mi mano por su tronco venoso y lo masajee, pase la lengua por su punta, recogiendo un poco su liquido pre seminal; me relamí los labios.

Lo mire a través de mis pestañas y pude ver el placer en sus facciones, la vena de su cuello estaba tensa y sus labios apretados en una fina línea. Acaricie sus testículos con una de mis manos, mientras con la otra continuaba masajeando su erecta longitud. Me incline sobre él y fue tiempo de mi lengua y labios tomar el lugar de mi mano. Lamí sus testículos, primero uno y luego el otro. Deje repetidos y suaves besos por su hinchado miembro y cuando mis labios tomaron desde la punta y un poco más Rafael dejo escapar un gemido. Me la metí hasta una cuarta parte repetidas veces.

Sentí su mano hacer presión sobre mi hombro para alejarme, lo hice, se escucho un "plop" de mis labios.

-Leticia demonios -gruño como protesta, mordí mi labio inferior.  -Se supone que a quien debo cansar es a ti. -me dedico una sonrisa descarada antes de tomarme por los hombros y silenciosamente pedirme que me diera la vuelta. Me arrodille en el sofá y me sostuve de mis antebrazos para mantenerme firme en mi lugar. Tomo la parte baja de mi bata de baño y la levanto hasta un poco más arriba de mis caderas. Estrujó mi trasero entre sus dedos y se inclino sobre mi nalga derecha, dejo un corto beso sobre esa zona. Para luego agarrar con fuerza mi piel entre sus dientes, un grito se escapo de mis labios y apreté los puños frente a mi. Intente darme la vuelta para empujarlo, pero la fuerza de su mano sobre mi espalda me lo impidió.

-¡Eres un salvaje! -volví a gritar, mas no obtuve respuesta de su parte. En su lugar, su dedo pulgar se deslizó por sobre la marca recién hecha y la acarició. -Más te vale que no se quede marca o te matare. -lo amenace. Se estiró sobre mi y dejando un beso sobre mi mejilla, separo mis piernas e introdujo dos dedos en mi interior, gemí gustosa. Me arquee en respuesta y mis labios vaginales apresaron sus dedos cuando comenzó a moverlos en suaves movimientos circulares. Luego más rápido... Más... Me tense, preparándome para mi inminente orgasmo. Retiró los dedos de mi interior, gruñí. Me removí buscando un poco más de fricción. Lo escuche rasgar el paquete de un preservativo y segundos después su miembro golpeo mi entre pierna, el aprovecho la oportunidad para dejar suaves golpecitos con él sobre mi vagina.

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