Capítulo Cinco

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Capítulo V

Taemin se encontraba en la cocina, sentado con una taza de café entre sus manos mientras que su mente divagaba en las palabras que Minho había pronunciado la noche anterior.

"—Cásate conmigo".

Su corazón se aceleró de tan sólo recordado.

No había podido dormir bien en toda la noche debido a la proposición de su novio. La idea de contraer matrimonio era tentadora, y la verdad amaba a Choi Minho con toda su alma, pero dar ese paso significaba muchas cosas, entre ellas convivir, compartir. También significaba menos tiempo libre, y se preguntaba si estaba listo para todo eso.

Cuando miró su reloj se dio cuenta que aún era demasiado temprano, pero de todas formas decidió marcar a su mejor amigo, Kibum.

Su amigo, en esos momentos estaba en un matrimonio el cual estaba tratando de reconstruir, pero aún así era una persona a quien se le daba mejor la tarea de escucharte, ya que ChangMin sólo le regañaría por no aceptar inmediatamente.

Kibum despertó al escuchar el tono de llamada de su celular. Al removerse bajo las sábanas, y dar la vuelta para encontrar el aparato que reposaba sobre la cómoda, se percató de que estaba sólo. Sin embargo, no se detuvo demasiado tiempo pensando en la ausencia de Jonghyun, sino que se concentró en la llamada entrante.

—Tae, estoy durmiendo. Estoy bien.—soltó a los segundos de apretar el botón de "aceptar".

Taemin, junto a ChangMin, prácticamente le había acosado esos tres primeros días de alta que llevaba en casa. Llamadas cada cinco minutos, visitas que se prolongaban horas, y no quería ser mal agradecido, pero tanta atención empezaba a irritarle.

Kibum quería algo de paz para así poder mantener su cabeza fría, y así pensar en las palabras de su marido.

"—¿Podríamos intentarlo? Yo te puedo demostrar que de verdad ahora te creo... he dado mi primer paso enfrentando a mi madre, y a mi padre también".

El embarazado hasta el momento podría decir que era verdad, que Jonghyun estaba cumpliendo con su palabra, pero tres días no era mi de lejos tiempo suficiente para curar sus heridas.

El daño estaba hecho.

—Me alegra oír que estás bien. —la voz de Taemin le hizo dejar de divagar.—Iré en unos minutos, así que levántate.—Kibum frunció el ceño y realizó un puchero al sentir que le estaban tratando como un niño.

—De acuerdo, mamá.—pronunció la última palabra cargada de intenciones, pero Taemin sólo rió al otro lado del teléfono.

Por un momento, Kibum se dijo que no se levantaría, sus planes consistirían en quedarse en cama todo el día, y que Taemin y ChangMin se jodan, pero al voltear la cabeza hacia el otro lado, y recordar que despertó solo, volvió a centrarse en Jonghyun, por lo que decidió obedecer a su amigo.

—No lo hago porque me lo hayan ordenado.—dijo al aire, enojado.

Kim Jonghyun no hace mucho tiempo que había despertado, pero procuró no despertar a su esposo, ya que quería dejarlo descansar todo el tiempo posible.

El humor del embarazado estaba cada vez más sensible, creía que era por sus hormonas, o eso es lo que Minho le había explicado cuando le contó que había sido regañado por tardar 20 minutos en el baño. Mientras dejaba que la nueva empleada, la señora Cho, le sirviera su desayuno, suspiró, ese día seguro alguno de los amiguitos de su esposo harían presencia.

¿Cómo podía demostrarle a Kibum que estaba dispuesto a cambiar cuando sus amigos se la pasaban revolteando por toda la casa?

—He preparado un poco de café para el señor, y para su esposo me encuentro exprimiendo algunas naranjas.—asintió mientras la mujer hablaba.

—Gracias , no creo...—pensaba decir que no creía que Kibum se levantara pronto, pero ahí estaba...

...en pijama, y con el ceño fruncido.

Kibum trató por todos los medios de no prestar atención a la zona donde su marido se le pegaba la camiseta, exhibiendo así su esbelto torso.

¿Por qué su marido tenía que ser tan atractivo?

Enojado consigo mismo, el embarazado caminó hasta la cocina, y sin importarle que la señora Cho le estuviese haciendo un jugo, abrió uno de los estantes de la alacena y agarró una caja de cereales, y luego buscó su tazón en el compartimiento de al lado, y después de vertirle un poco de leche se encaminó hasta la mesa donde estaba su marido.

—He pensado que deberíamos instalarnos en la habitación de abajo, sé que es un depósito, pero creo que debería dejar de serlo.—dijo su marido mientras empezaba a beber su café, y él a hurgar su cuenco con cereales y leche.

—¿Por qué?—Kibum no fue capaz de poner su vista en él, si lo hacía no sería capaz de controlar el deseo de abalanzársele encima, y esa no era la idea.

—No quiero que andes subiendo y bajando escaleras, no hasta que nuestro hijo nazca.

Negar que se hubiera sentido tremendamente conmovido por aquellas palabras estaría mal, pero el efecto que sintió en ese momento, se cayó al segundo siguiente, cuando su marido completó la frase entera.

—Además, mañana debo viajar por unos días, cosas de la empresa.

—¿Me dejarás sólo? Pero... mañana es la cita con Minho para una ecografía.—el embarazado no podría creer que su marido se marchara así como así.

—Lo sé, me iré después de nuestro turno, no te preocupes por ello,

Si bien Jonghyun acababa de decirle que no se perdería la oportunidad de ver al pequeño que crecía dentro suyo, no podía evitar sentirse enfadado por el reciente viaje.

Después del desayuno, Jonghyun se pasó el resto del tiempo atendiendo llamadas, y tratando de que su esposo le dirigiera la mirada. Mientras que Kibum se la pasó tratando de evitar a su marido por todos los medios, y rogando porque el castaño de su amigo llegara rápido.

Cuando al fin Taemin se presentó, Kibum observó el semblante de su amigo, tenía las ojeras marcadas alrededor de sus ojos, estaba claro que no había pegado el ojo en toda la noche. Ahora eran dos amigos que necesitaban desahogarse, el castaño necesitaba escupir su dilema interno, y el embarazado depositar contra el idiota de su marido que pretendía dejarle solo en aquella enorme casa.

*****

Bien como había prometido, aquí está el siguiente capítulo.

Pronto subiré el siguiente.

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