You're my little bunny

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Jungkook se observaba en el espejo, peinaba su cabello negro con los dedos y giraba el cuerpo para observar su disfraz de conejo, el kigirumi rosado era ancho, las orejas caían a los lados de su rostro y la bolita que era su cola se balanceaba cuando movía sus caderas.

Se veía extremadamente ente tierno con el disfraz, bajó la cremallera y observó, gracias a la camisa algo ajustada, los incipientes músculos que se notaban en su torso y la musculatura que recubría sus biceps y muslos. Con dieciséis tenía un buen cuerpo

—¿Vas a ir así a la fiesta?

En la puerta estaba Jimin, su padre, Jungkook levantó el traje del suelo y volvió a pasar las mangas por sus brazos, subía la cremallera cuando las manos de Jimin en su cadera lo detuvieron.

—Sabes que sólo yo puedo verte así, Jungkookie.

Jungkook inclinó su espalda y la apoyó en la musculosa espalda de Jimin, el hombre rubio sonrió y besó el cuello del chico, se había casado, gracias a un acuerdo entre sus familias, con madre Jungkook cuando tenía veinte años y Jungkook un tres, lo había criado como su hijo, pero con la pubertad el menor se había vuelto muy atractivo.

La madre de Jungkook había muerto cuando Jungkook tenía ocho años y desde entonces Jimin no había salido con nadie, porque Jungkook era demasiado celoso.

Aquella relación ilícita había iniciado cuando Jungkook tenía quince años y le confesó a Jimin que no lo veía como un padre y deseaba “algo más”.

Ahora ambos se besaban frente al espejo, el disfraz de conejo en el suelo, el trasero de Jungkook presionado contra la entrepierna del mayor y las manos de Jimin acariciando su abdomen debajo de la camisa.

—Papi, hace mucho tiempo que no hacemos nada, ¿Ya no te gusto?

—Me encantas Jungkookie, pero como estabas pasando tanto tiempo con Taehyung…

Jungkook empujó a Jimin hacia la cama, se sentó sobre él y movió su trasero contra el miembro del mayor.

—A mí sólo me gusta mi Papi, nadie más.

Jungkook apoyó sus manos en el pecho de Jimin y movió sus caderas, empujó sus zapatos fuera de sus pies al igual que el kigirumi, Jimin enterró sus manos en la cadera del joven y ambos movieron sus entrepiernas, aún cubiertas por la ropa, juntas.

—Creo que Jungkookie merece un castigo por hacerme enojar.

Una de las manos de Jimin bajó desde las caderas hasta la nuca, empujando el cuello del menor para que sus labios se tocaran.

Besó con dulzura los labios de Jungkook, las manos de Jimin se apoyaron en los hombros del menor, lo giró, quedando encima, y con su pierna acarició la entrepierna de adolescente.

—¿Cuál debería ser tu castigo?

Los labios de Jimin mordieron la clavícula de Jungkook, un gemido agudo brotó de los labios del menor.

—¿Abstinencia, dejarte con las ganas?

Jungkook negó con la cabeza y enredó sus piernas en la cadera de Jimin.

—Yo soy un buen niño, Daddy, yo no quería que te pudieras celoso.

—Entonces tu castigo es quedarte calladito y no moverte.

Jimin tomó los muslos de Jungkook y los separó, las manos de Jungkook, que se entrelazaban detrás de la nuca del mayor, las depositó en la cama y bajó hasta tener su rostro frente a la erección del menor.

—Eres tan hermoso, mi bebé.

Besó los muslos y la zona detrás de las rodillas, marcó los muslos y bajó el short que usaba Jungkook, se deshizo del boxer y se relamió los labios al ver la erección.

You're my little bunny [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora