Existen pocos caminos que conducen hacia el pueblo de Nageling, la mayoría de ellos son utilizados regularmente por caravanas mercantiles y patrullas Charr. Solo uno de esos caminos es la vía mas rápida y desprotegida para llegar, y es atraves de las ruinas de Ascalonianas. Este pasaje abandonado esta maldito por las almas errantes de muchos soldados humanos quedaron atrapados por causa del rey loco Adelberg. Desde aquel suceso los charrs que habitan cerca de las ruinas han aprendido a defenderse y convivir con ellos. Muchos secretos permanecen ocultos en estas profundidades, pero nada de utilidad para las legiones, por lo que la mayoría de sus pasillos se mantienen inexplorados.
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Los ALFAS debían atravesar esta senda para coartarle camino al ladrón antes de que escapara, y mientras se adentraban mas y mas Rival descubre algo sobre el barro...
- ¡REDR, mira! Huellas de humano y parecen recientes, te dije que le estábamos siguiendo la pista al granuja ese. - Rival se encontraba optimista con la situación.
- Tienes razón Rival, las huellas conducen en la misma dirección hacia donde nos dirigimos. ¡De seguro lo capturamos! - REDR se sentía igual de optimista.
- ¿Puedo arrastrar la bolsa de carne el resto del camino? - Epek se refería en broma al noble que cargaba sobre sus hombros.
- ¡TU LO DEJASTE ASÍ, ASÍ QUE AHORA TU LO CARGAS HASTA QUE DESPIERTE! - Con un rugido amenazante, REDR ya estaba cansado de escuchar las quejas de su compañero.
- Vale, vale, ya me callo... Tranquilo... - Retrocede un poco de la impresión, - Por cierto... ¿Solo estamos siguiendo a un humano, cierto? -
- ¡Pues claro! - Recalca REDR, - Ya se te olvido que solo nos encontramos a estos dos: este noble y el ladrón que se nos escapo. -
- Entonces... ¿De quien son ese otro par de huellas mas pequeñas? -
Inmediatamente REDR y Rival voltearon a mirar al suelo donde Epek habia encontrado estas nuevas huellas, y efectivamente había un par mas que se dirigían hacia el interior de las ruinas Ascalonianas.
- Parecen huellas de una hembra humana, o de una cría de humano. - Medita Rival por un segundo, - Pero ademas de estos dos... ¿Quien estaría tan loco para adentrarse en territorio Charr y mas en estas ruinas llenas de fantasmas? Sin experiencia en combate no creo que sobreviva mas de un día -
A los ALFAS les llamo la atención este nuevo descubrimiento, pero decidieron seguir su camino sin importarles mucho al respecto. Luego de un par de minutos adentrándose en las ruinas con cautela, una figura rosada y pequeña cruzar frente a ellos a toda velocidad perseguida por cinco fantasmas humanos.
- ¡Maldito Charr, te unirás a nosotros en la otra vida! -
- ¡Que no soy un Charr, soy una humana igual que ustedes! ¡Déjenme en paz! -
- ¡No nos engañas, todos los de tu raza desean quedarse con nuestras tierras pero no se lo permitiremos! -
La pequeña figura rosada no podía dejar de correr, - ¡Que alguien me ayude! ¡Estos fantasmas no dejan de perseguirme! ¡Auxilio! - gritaba y lloraba sin control.
- Oh no... Esa tonta humana atraerá a todos los demás fantasmas del lugar. - REDR mira con preocupación como se dirigía hacia las catacumbas.
- REDR, debemos rescatarla antes que la maten. - Rival sin pensarlo dos veces se dirigió al rescate.
- ¡Rival espera! - Pero la orden llego demasiado tarde, ya Rival se estaba enfrentando a los fantasmas el solo, - Cuando aprenderá Rival que no se puede salvar a todo el mundo. Bueno... Ya que, Epek quédate aquí y cuida al humano, yo ayudare a Rival contra los fantasmas. -
- ¿Otra vez tengo que hacer de niñera? ¿Y porque debemos ayudarla? Solo nos hará perder mas el tiempo. -
REDR volteo a mirar a Epek y de un solo rugido quedo callado nuevamente. Rival ya había desvanecido a uno de los fantasmas cuando REDR finalmente pudo alcanzarlo. Rival se había situado rápidamente entre la pequeña humana y los fantasmas, con su escudo bloqueaba los ataques fantasmagóricos mientras que con su mazo intentaba ahuyentarlos. REDR coloco torretas para llamar la atención de los fantasmas hacia él, lo que sirvió para que los fantasmas dejaran de perseguir a la chica. Ahora Rival y REDR comenzarían la batalla dos contra cuatro, pero para un par de Charrs que han convivido desde cachorros con estos fantasmas no les fue tan difícil deshacerse de ellos. Luego que terminaron de desvanecer al ultimo de los fantasmas, se acercaron a la humana desconocida.
- ¿Humana, estas bien? - Rival fue el primero en acercarse a ella, con voz pasiva para no asustarla.
- ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS! ¡MIL GRACIAS! ¡ESTABA TAN ASUSTADA! - Gritaba agitada.
- ¡Baja la voz! ¡Atraerás a mas fantasmas! - Le responde REDR en voz baja.
- ¡Ah disculpa! - Se tapa la boca con sus pequeñas manos, - Lo siento gatitos, es que nunca pensé que ustedes vendrían a rescatarme. - Se refería a los Charrs con voz tierna, alegre y despreocupada.
- ¿Gatitos? - Rival y REDR quedaron confundidos por la extraña reacción de esta humana hacia ellos, - ¿Acaso no sabes de que raza somos? No te confundas humana. -
- Mira humana, ¿Ves esto que cargo en mi hombro? Es un humano al igual que tu y lo estamos guardando para la cena. - Epek se acerca a los demás con ganas de asustar a la chica.
- Ustedes nunca harían eso, alguien que salva a otra persona sin pensarlo no puede ser malvado. Por cierto, me llamo Yukii ¿Y ustedes? - Seguía dirigiéndose a ellos de manera completamente despreocupada.
- Mi nombre es REDR, el que te salvo es Rival y el que te intenta asustar es Epek. -
- ¡REDR, que haces! -Lo interrumpe Epek, - ¡No les des nuestros nombres! ¿Que pasa contigo? -
REDR por un momento quedo sorprendido, sin percatarse cayo en una extraña aura de amabilidad, ternura y confianza que esta humana desprendía hacia ellos.
- Lo siento Epek, por un momento baje la guardia con esta humana pero no volverá a ocurrir. - REDR se dirigir de nuevo hacia la humana, - Dinos, ¿Que hace una pequeña humana tan lejos de su casa y dentro de estas ruinas? Regresa pronto antes que mas fantasmas te encuentren, o peor aun ¡Charrs! - La miraba muy seriamente a los ojos.
- Primero que todo ¡Yo se cuidarme! soy una elementalista del mas alto nivel, y segundo yo estoy aquí porque deseo conocer mas sobre la historia de mis antepasados Ascalonianos. - Yukki le devolvía la mirada seria a REDR junto con una voz fuerte, pero no llegaba a convencer a ninguno de los Charrs.
- Buenos humana, ya que sabes "cuidarte sola" nosotros seguiremos nuestro camino. No quiero volver a cargar otra bolsa de carne para el desayuno. - Epek se va adelanta a los demás, siguiendo la ruta hacia Nageling.
- Epek tiene razón, ya tenemos que irnos. Ya hice suficiente aconsejándote, ten mucho cuidado. - REDR apresura el paso junto con Rival para alcanzar a Epek, mientras Rival no dejaba de ver a la chica a medida que se alejaban de ella.
- ¡Esperen! ¡Yo voy con ustedes! - la pequeña humana corre para alcanzarlos, - Lleven me con ustedes por favor, yo en realidad... No se como regresar al Linde de la Divinidad... - Estaba un poco triste y apenada de pedirles tal favor.
- Vaya humana si que eres fastidiosa, nosotros... - De pronto Rival interrumpe a REDR, - REDR, por favor, déjame encargarme de ella hasta llegar a un lugar seguro. Te aseguro que no dejare que nos atrase y le diré a todos que es mi esclava así no levantaremos sospechas. -
REDR no dejaba de ver a Rival con cara de preocupación y algo de malestar, pero que podía hacer con un compañero guardián de tan buen corazón.
- Ya que Rival... Te conozco y seria por gusto decirte que no, solo procura que no se entrometa con nuestra misión o sino yo mismo terminare deshaciéndome de ella. -
- Así sera REDR, tienes mi palabra. -
Fue así como otro humano mas se anexa al grupo de aventureros Charrs, después de una hora pudieron salir de las ruinas y volver a ver los radiantes rayos del sol. El pueblo de Nageling se encontraba cerca, ¡Muy pronto atraparían al ladrón y lo obligarían a confesar la verdad!
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Historias Charr, Guild Wars 2: La Manada Forever.
AdventureConozcan la historia de la Manada Forever, un grupo de aventureros de diferentes razas que terminaron viajando juntos por casualidades del destino. A medida que se van conociendo, descubren que todas sus desdichas tienen un trasfondo en común que am...