Capítulo 51

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Capítulo 51Afrontando raíces:Día 359 del programa: 5 de enero del 2016

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Capítulo 51
Afrontando raíces:
Día 359 del programa: 5 de enero del 2016

9:00 pm

Dicen que a las hierbas malas se les debe arrancar de raíz... ¿Era eso lo que pretendía Margaret con esa sesión? ¿Arrancar los desórdenes alimenticios de sus chicas desde la fuente principal? ¿Planeaba eliminar la vergüenza desde la raíz?

Primrose no estaba segura y, por primera vez en su vida, se sintió apenada ante la posible reacción de las chicas. Quizá su madre fue demasiado lejos al llamar a las personas que protagonizarían la sesión junto con las margaritas ese día. Esa secretaria poco interesada y aparentemente amargada, pudo predecir un terrible desenlace en las próximas horas y, está vez, algo más que una rama saldría hecha pedazos.

Las margaritas y los delatores hicieron presencia en la recepción. Lilian y Cloe venían temblando debido al frío que provocó la nevada Detroit, ese mes de enero estaba resultando mucho más helado que el anterior. El resto de ellos, entraron al lugar charlando con entusiasmo sobre lo divertido que había sido pasar el cumpleaños de Derek, que oficialmente tenía veintiuno, en la casa del susodicho. Aquel resultó ser un cuatro de enero divertido para todos, pero eso ya era pasado. Ahora, que era un día distinto, las cosas podían cambiar ¿Qué diferencias pueden traer veinticuatro horas? ¿Cómo reaccionarían ante ese cinco de enero? ¿Qué pasaría si sus raíces salían a la luz?

Cloe fue la primera en notar la mirada atenta de Primrose, esa tan amarilla que se asemejaba a un color dorado intenso, sobre ellos. La margarita rodó sus ojos azules y cruzó delgados brazos, aún detestaba a la hija de Margaret con toda su alma, y era claro que el sentimiento era mutuo.

—¿Tienes algún problema, secretariucha? —preguntó con hostilidad —. ¿Por qué nos miras así?

Primrose parpadeó un par de veces tras notar que Cloe le habló a ella, eso fue suficiente como para devolverla a la realidad. Desde el inicio del programa, a la secretaria le fue imposible llevarse bien con esas cuatro chicas. Prim no era como sus hermanas y hermano, ella no sentía la necesidad de ser amable con todos. Era mucho más reservada y realista que el resto de los Everton y, por ende, mucho más antipática a los ojos del resto de la gente.

Tenía sus ideas bien claras, cuando algo no le gustaba lo demostraba; y algo que en serio la sacaba de quicio era la lástima que esas cuatro chicas le generaban al mundo. Si ellas decidieron hacerse daño a sí mismas, ¿por qué habría de sentirse mal por ellas? Solo eran personas cargando con terribles decisiones, no eran su problema.

Eso sí, por más sorprendente que parezca, ella era capaz de sentir empatía, tan solo se negaba a sentirla por unas margaritas ridículas a su parecer. Solo que esa vez, no pudo reprimir ese sentimiento. Cualquiera al que le corra humanidad por las venas habría sentido lo que ella sintió al ver a Cloe, Dalia, Sanne y Lilian, pues sabía quiénes eran los que estaban al otro lado de la puerta del consultorio. Quizá no era empatía lo que sentía, quizá solo era terror. Terror a que las raíces fueran demasiado pesadas, capaces de ahorcar a cualquiera de ellas en un instante.

Margaritas || P.E #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora