Attis / Daniel (Nuevas Especies Fanfic #15)

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Damara

Su brazo derecho recibe todo el impacto de la tremenda patada de su tía Lamat, el dolor la hace maldecir, sin embargo no piensa dudar esta vez. Con la mano contraria sujeta el pie de su tía con fuerza, jala y le golpea en la barbilla con el codo del brazo que anteriormente le sirvió de escudo. La pantera da un traspié para atrás, se palpa el área herida y la voltea a ver con una sonrisa orgullosa.

La felicidad explota dentro de Damara, voltea a ver hacia sus padres y estos festejan por ella, vitoreando por su increíble golpe. Oh, bienvenida seas adrenalina.

La pelea sigue y solo termina cuando Lamat cae de espaldas, ¡En verdad gano! Salta alegre en su lugar y a su festejo se une su madre, quien la abraza y salta junto con ella, llorando. Noble se conforta con darles un fuerte abrazo a ambas, el cual las hace reír. No se sentía tan mal pelear, empieza a encontrarle lo genial a ello.

Demmon aplaude desde la rama curveada de un árbol, a su lado se encuentra Ángel y en el regazo de ella, Colín, quien también aplaude feliz por la victoria de su querida prima mayor.

— Vaya, creo que hablar con Julia le animó bastante. —dice Ángel, volteando a ver a su compañero, quien obviamente sonríe orgulloso.

— Es verdad. —se gira a ella, para darle un suave beso en los labios, mientras con su mano cubre los ojos de su hijo quien había volteado curioso. Se endereza luciendo de lo más normal, mientras que su niño sonríe travieso y su compañera le ve sonrojada, es encantador que ella siga sonrojándose. — ¿Qué le habrá dicho?

— Lo mismo que Salvation a ti, supongo.

— ¿Que vinieron solamente para "capturar" a Daniel y Attis? No lo creo, eso no anima a nadie, menos a Damara.

— Bueno, tal vez el pensar que Daniel viene para acá fue suficiente para ponerla así de feliz.

— Tal vez. —entrecierra los ojos. — ¿En verdad se pertenecen?

— No hay duda, Demmon; han pasado por mucho en contra de su relación: ellos mismos y sus errores, eso es demasiado.

— Por favor, tú y yo pasamos por más.

— Que hayas sido secuestrado y que haya creído por un año que estabas muerto, es algo, amor, que no se lo deseo a nadie. Fue horrible no tenerte a mi lado. —los ojos de la pantera brillan maravillados, su linda primate es tan honesta y bella.

— ¿Y qué tal desearles el increíble reencuentro que tuvimos?

Erendi voltea hacia su hermano, quien se está riendo a carcajadas mientras Ángel le propina de golpes. Colín camina hacia ellos, extendiendo los brazos a Noble, el cual no duda en cargarlo y observar igual de extrañado la escena de la pantera y la primate. Damara ladea la cabeza igual de extrañada, pero antes de poder preguntar algo, Lamat la derrumba con un fuerte abrazo.

Ella empieza a reír, abraza a su tía y comienzan a forcejear en el suelo, pero se queda totalmente quieta cuando el viento trae consigo un particular e increíble aroma, aparta a Lamat de ella como sino pesara nada y se pone de pie, comenzando a olfatear en el viento como si de un perro de caza se tratara.

Su madre y padre le observan atentos, aquellos ojos azules como el zafiro ya no están, ahora son negros. Son un par de obsidianas que brillan con el deseo de encontrar a quien lleve ese aroma.

Una brisa la hace correr a la derecha, infiltrándose en el bosque sin hacer caso al llamado de su madre o padre, solo tiene la gran necesidad de correr y encontrar aquel aroma, lo quiere para ella y es que ¡¿en verdad podía ser él?! Su corazón grita que así es; su cuerpo, tiembla porque sí es él. Su mente no hace más que repetir su nombre una y otra vez, haciéndole querer llorar.