Serendipity- Park Jimin
La princesa era tan hermosa y toda las personas del reino lo sabían, tenía un lindo cabello largo negro como la noche, unos lindos ojos verdes grandes tan brillantes como las estrellas, heredados ambos de su madre, sin embargo era la viva imagen de su abuela, aquella mujer que no aparenta sus 65 años.
Todos apreciaban a la princesa no solo por ser princesa o por ser hermosa, sino igualmente por su amabilidad y dulzura, todos sabían perfectamente que si llegaban a tener algún problema podían recurrir con la princesa, obviamente sin abusar de su amabilidad.
La mayoría de hombres deseaban estar con la princesa, había hombres que se mantenían callados con su amor, otros se declaraban y regalaban cosas a la princesa, lamentablemente ningún hombre era aceptado, pues la princesa ya tenía a alguien en su corazón y mente a un hombre.
Los hombres le tenían envidia, tener la atención de la princesa era tener una gran suerte.
Nadie sabía quién era aquel hombre de quien estaba enamorada la princesa, nadie excepto su abuela y su tía –la fiel acompañante de su abuela-.
La princesa sabía perfectamente que el amor que tenía hacia el lindo capataz de la familia real, no era prohibido, su familia ante todo siempre explico que la felicidad era primera que el prejuicio.
"Es el lindo capataz, no sé qué tiene el, bueno ciertamente creo que si lo sé, y es que bueno lo conozco desde hace años y además de eso es el chico con el que convivo más."
Explico cuando su abuela cuestiono acerca del chico que la tenía muy enamorada, y aunque su amor no fuera prohibido no estaban juntos, por la simple razón de que ella tenía miedo a que si se declaraba seria rechazada como su tía hace años.
Porque si a sus 17 años nunca había sido rechazada, ni siquiera ha tenido una pareja, y eso era culpa del indo chico del que claramente llevaba enamorada desde los ocho años.
Siempre miraba al lindo chico desde la ventana de su habitación, y aunque fueran muy buenos amigos todavía tenía algo de vergüenza hablarle, el ser tímida no le ayudaba casi nada, y menos con un chico de 19 años con mucho mas experiencia con relaciones.
Pensó que tendría que guardar su amor para ella misma, ya que un día mientras ayudaba a el hermano del lindo chico, el hermano la beso y aunque no hizo movimiento alguno se sintió tan raro ese beso, pero llego el lindo chico a separarlos celoso subiendo más esperanzas de la princesa, sin embargo tan rápido como llegaron se desvanecieron al ver como una de las amigas del lindo chico se lo llevaba lejos de ellos.
Un día cuando ellos salieron como amigos vio y escucho el cómo rechazaba a una chica y sus miedos crecieron más, al ver la forma tan cruel en que la recazo fue tan desagradable, o al menos eso pensó al ver como la chica se iba llorando después de darle una fuerte bofetada al lindo chico.
Hasta que un día hablo con su abuela y se armó de valor para hablar con el supuesto día libre del lindo chico, sin embargo el lindo chico seguía trabajando.
--¿Qué quien me gusta?—Pregunto el lindo chico mientras anotaba unas cuantas cosas en un pequeña hoja.
--Si
--Bueno podría darte algunas pistas.
--Claro eso sería gen-
Se sobresaltó al notar como el lindo chico posaba sus delgados labios sobre los de la princesa, y aunque no tuviera mucha experiencia con los besos siguió el que estaba teniendo en ese momento con el chico que le ha gustado 9 años.
--Con eso respondí tu pregunta ¿no es así?—Asintió casi por reflejo todavía estando hechizada por aquel beso.
Tomo la cara del lindo chico entre sus pequeñas manos para volver a besarlo.
--Creo que con eso tú también me respondes.
--Te amo.
--Yo también te amo mi princesa
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