La leyenda de "Los Príncipes".

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Cuenta la leyenda que hubo una vez, en un reino muy lejano, un príncipe que era muy amado por todo su pueblo. Desde muy pequeño se le fue enseñado los deberes que algún día tendría que cumplir cuando fuese un rey, siempre estaba en eventos sociales, tanto de la realeza como en beneficio de su propio pueblo, por esa razón el pueblo lo conocía y lo amaba tanto.

Un día un anciano llegó al castillo pidiendo ayuda para que le reconstruyeran su casa que fue destruida por unos ogros -según decía el anciano- y que ahuyentaran a esas criaturas. El joven príncipe, que estuvo a cargo ese día de oír los problemas de sus súbditos y encargarse de resolverlos, o rechazar la ayuda si era necesario, no podía creerle al anciano.

—Los ogros no existen señor— dijo el joven príncipe.

—Claro que existen majestad, y han destruido toda mi casa.

El príncipe no parecía muy convencido de sus palabras —¿cuántos años tiene usted?

—Con mucho respeto majestad, no estoy senil si es lo que está insinuando.

El príncipe rió por sus palabras —de acuerdo, mandaré algunos de mis soldados a que busquen a esos ogros, si realmente existen, yo mismo trabajaré en la reconstrucción de su casa junto a algunos de mis obreros, pero si no es así, me temo que tendrá que buscar quien haga su casa lo más pronto posible, ya que mis obreros se encuentran ocupados trabajando en el nuevo centro para huérfanos.

—¿Dónde viviré mientras, majestad?

—Haré que le sedan un lugar en el centro para ancianos, yo pagaré por los gastos.

—Es usted muy amable, majestad —el anciano hizo una reverencia, para luego salir del castillo.

Fue así como el príncipe mando unos pocos soldados a que buscaran a los dichosos ogros, dio tres días de búsqueda, si en esos días no aparecían los ogros, los soldados regresarían a casa y el anciano tendría que buscar a algún obrero que estuviera libre o que fuese alguien fuera del reino.

Pasaron los tres días, y los soldados regresaron al castillo. Hicieron una reverencia ante el rey y el príncipe, haciendo un extenso informe de lo que había pasado en el bosque. El príncipe no podía creer que realmente existiesen ogros, para él, sólo eran parte de los cuentos que su madre, la reina, le contaba cuando era un infante. Su padre le enseñó a cumplir las promesas que realizara, así que unos días después, el príncipe junto a tres obreros se encargaron de reconstruir la casa del anciano.

Semanas después, la casa de madera quedó terminada y mandó a llamar al anciano. —Como se lo prometí, he trabajado junto a mis obreros en la reconstrucción de su casa. Por fin, hoy hemos terminado.

—Muchas gracias majestad, realmente es como todo el pueblo dice. Le concederé un don especial: no importa que vida lleve usted, o cuantas vidas llegue a tener en este planeta, siempre encontrará al amor al que está destinado en cada una de sus vidas, y con cada vida el lazo se hará más fuerte hasta que sea inevitable la conexión al primer instante.

El príncipe no creía en esas cosas, pero agradeció con una sincera sonrisa.

El viejo anciano se detuvo al salir del castillo —pero si llegas a tener un corazón frío en alguna de tus vidas, podría convertirse en un gato.

•••🐱•••

No muy lejos de aquel reino, existía un rey, que de igual forma que su rey vecino, era amado por su pueblo. Tenía dos hijos, el mayor, desde muy joven, fue preparado para que cuando llegara el momento, tomara el lugar de su padre en el trono, era amado también por su pueblo, mientras que el menor, era ignorado por su padre, por lo que su educación y sus deberes fueron menos que los de su hermano heredero. Por esa razón siempre fue consentido y mimado por su madre, la reina, quien le daba el amor que su padre no le daba.

Love Never Dies [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora