Día 4

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 Pitch Black es un terrible mundo en el que vivir, nadie duda de eso. Y aún así, es ampliamente aceptado que el Cielo es objetivamente peor que el Infierno. Mientras que el reino de Satanick era generalmente más caótico que el de Fumus, los ángeles eran los que más sufrían. 

 También era bien sabido que el ángel que más sufría era Taffy, el Ángel Jefe de Fumus. Él había pasado por incontables torturas, físicas, psicológicas y sexuales. Estaba dispuesto a pasar por todas esas cosas por una simple razón, Olive.


  La vida de Taffy era un paraíso siempre que estaba con Olive. Todo valía la pena por ver su sonrisa, oír su risa, estar con ella al final del día.


 Olive siempre le esperaría con una gran taza de café cuando terminaba sus labores. A veces Tsurigigozen también estaría ahí y los tres compartirían una agrable tarde juntos. Esos eran los tiempos que Taffy realmente disfrutaba, a pesar del mundo en el que vivían.


 A veces Taffy miraría a los demás ángeles bajo el mandato de su Dios, la mayoría llevaban expresiones infelices casi siempre; Elwine y Lasafam no eran los mismo desde que Nadine se había ido, Eggmont alegremente ignoraba lo que pasaba a su alrededor, Rosemary y Charlotte escondían su tristeza bajo relajadas sonrisas.


 Dentro de él, el Ángel Jefe tenía un fuerte deseo de ayudar a sus compañeros. Se sentía genuinamente inútil contra las cosas que Fumus les hacía y obligaba a hacer.


 A veces, él se sentía como quisiera llorar. Olive siempre lo encontraría y le daría una nueva razón para sonreír nuevamente. El frío sentimiento en su pecho se desvanecería tan pronto como ella llegase a su lado. Realmente, Olive era lo más cálido en la vida de Taffy.





Día 4: Calidez

[Funamusea] Fictober 2018Where stories live. Discover now