Después de unos cuantos días, Lu Han se estaba arreglando para salir, pues iba a tener otra cita con Se Hun. Xiu Min pensaba que era más bien como una agradable tarde en familia debido a que el pequeño Xu Bao iría con ellos en esa ocasión, pero el castaño prefería no detenerse a pensar demasiado en ello.
La idea de ir al cine había sido de Se Hun, mientras que la de comprar un helado después de ver la película había sido de Lu Han, y la de pasar por la juguetería al finalizar con todo eso había sido de Xu Bao, obviamente. La tarde estaba planeada de principio a fin.
El punto de reunión era la entrada del cine en el centro comercial. Cuando Lu Han llegó con su hijo, lo primero que pudieron ver fue que Se Hun ya estaba esperándolos ahí, luciendo tan tranquilo y guapo como Lu Han siempre lo veía.
—¡Papá Hun!
Xu Bao soltó la mano de su padre en un segundo y corrió tan rápido como pudo hacia donde estaba el otro castaño, abrazándose con fuerza a una de sus piernas y riendo un poco.
—¿Eh? ¿Papá Hun? —Preguntó entre confundido y sorprendido, mirando al niño. Por un momento llegó a creer que sus oídos le estaban jugando una broma.
—Ah, así que tú tampoco sabías que te llama de esa manera —Lu Han suspiró, acercándose para hacer que su hijo soltara la pierna del más alto, aunque a éste no parecía molestarle ni en lo más mínimo que el pequeño estuviera así.
—Pues no, no tenía ni idea —respondió—. ¿Lo escogió él? —Miró al contrario con curiosidad.
—¿Qué dices? ¡Por supuesto que fue él! —Las mejillas de Lu Han se pusieron rojas al instante—. Yo jamás le sugeriría llamarte así. Xu Bao de repente lo mencionó y... Bueno, ahora no deja de decirte "Papá Hun", pero si te incomoda, puedo regañarlo en serio y hacer que se detenga. No está bien que te llame de una forma que no quieras o que no te guste.
—No, no —Se Hun soltó una risa simpática y negó un par de veces—. Tranquilo. No hay por qué regañar a Xu Bao, el apodo no me incomoda para nada. Creo que sucede lo contrario... Me agrada mucho —le guiñó un ojo.
—¡Se Hun! —El sonrojo que adornaba su rostro sólo se volvió más intenso tras escuchar aquello. ¿Cómo podía hacer semejante comentario como si nada?
—Me adelanté y compré las entradas para la única función infantil que hay —les mostró los boletos—, pero todavía no he comprado nada en la dulcería. ¿Quieren algo?
—Gracias. Si ya pagaste nuestras entradas, entonces déjame hacerme cargo de los combos en la dulcería —le sonrió.
—También puedo poner de mi parte —se encogió de hombros, correspondiendo al gesto de manera dulce.
—Papá, ¿me compras unas palomitas? —Pidió Xu Bao, sujetando la mano de Lu Han—. Por favooooor.
—De acuerdo, de acuerdo —liberó su mano y le revolvió el cabello cariñosamente al menor—. Vamos...
Por suerte no había demasiada fila en la dulcería. Una vez que tuvieron las palomitas y los refrescos en sus manos, pasaron al interior de la sala y buscaron sus asientos. Xu Bao estaba sentado junto a Lu Han, y éste estaba sentado a un lado de Se Hun.
Por más que intentaba convencerse de que no había motivo alguno para ponerse nervioso, el más bajo no podía evitar sentir que su corazón comenzaba a latir con más velocidad de la necesaria cada vez que sus dedos y los de Se Hun chocaban durante unos instantes al tratar de agarrar palomitas del bote.
"¿Qué rayos te pasa, Lu Han? Actúas como un tonto, como si no lo hubieras besado ya". Se regañaba mentalmente, pero ni siquiera así podía calmarse del todo. "Sólo están viendo una película juntos".
Cuando salieron del cine, Xu Bao caminó alrededor de los dos y les contó acerca de sus partes favoritas de la película animada que habían visto, pero los pensamientos de Lu Han seguían en otro lugar, por lo que Se Hun era el que estaba escuchando con más atención.
No obstante, tardó poco en darse cuenta de lo distraído que estaba el otro castaño y, con cierta preocupación, colocó una mano encima de su hombro.
—¿Ah? ¿Qué...? ¿Qué pasa? —Murmuró Lu Han.
—De repente te quedaste muy callado —comentó—. ¿Te sientes bien?
—S-sí, descuida —desvió la mirada, algo apenado—. Perdón si me dijiste algo y no te escuché.
—Creo que en verdad te hace falta ese helado que mencionaste en nuestro plan —canturreó.
"Me hace falta besarte, Oh Se Hun", fue lo que pensó, pero no se atrevió a soltarlo en voz alta.
—¡Helado! —Exclamó Xu Bao un tanto emocionado, acercándose a tomar la mano del más alto—. ¡Vamos! Papá Hun, ¡vamos!
Se Hun le sonrió al niño y dejó que éste guiara el camino hacia el puesto de postres más cercano.
Continuará.
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Tengo buenas y malas noticias. Las buenas son que ya pedí todas las cositas para el giveaway que quiero hacer, las malas son que tardarán un poco más de lo esperado en llegar a mis manos.
Pero los aprecio mucho, así que por ahora voy a dejar que le echen un vistazo a sólo uno de los regalitos que estará incluido entre los premios del giveaway.
¿Qué tal? Espero no tener que esperar mucho para tenerlo todo...
¡En fin! También espero que este capítulo haya sido de su agrado. Haré todo lo posible por actualizar el fin de semana.
¡Hasta luego!
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De nosotros [HUNHAN]
أدب الهواةLu Han es criticado todos los días, pero a él no le importa nada más que el bienestar de su pequeño y querido hijo Xu Bao. ¿Qué pasará cuando Oh Se Hun aparezca en su vida? ⚠ PROHIBIDO COPIAR O ADAPTAR ESTA HISTORIA.