Al final de las clases ⚘ 𝘀𝗮𝗼

Ú n i c o

«Oh, está lloviendo...»

Después de pronunciar suavemente aquella frase, el sonido de un paraguas abriéndose captó su atención, al voltear se encontró con su novio sonriéndole ligeramente.

—Suerte que traigo un paraguas.

Ella sonrió. Habían anunciado las grandes proabilidades de lluvia en esos días, pero con el cielo tan bello y despejado como en la mañana, a Asuna nunca se le ocurrió que podría pasar, y por eso no tomó las debidas precauciones.

De todas maneras, le emocionaba la idea de estar junto a su novio bajo un paraguas, dónde por lógica tendrían que estar muy juntitos si no quieren mojarse los hombros.

Ese día eran de los últimos en salir de la escuela, al ver que llovía muchos se apuraron a emprender camino a casa, incluso los que no tenían con qué cubrirse.

Kirito quería terminar un trabajo antes de irse por completo, y ella gustosa lo esperó mientras lo veía trabajar.

Así que cuando bajó no esperaba ver la llovizna que se había creado, pero sin duda estaría feliz durante la caminata a la estación de trenes.

Asuna lo abrazó por el brazo, poniéndose junto a él y recargando su cabeza en el hombro del pelinegro. Kirito la vio de reojo, y después depositó un beso en su coronilla.

—Disculpa si me tarde, Asuna.

—No hay problema Kirito-kun— sus ojos miel le observaron el rostro —. Además, ¿no es lindo ver la lluvia?

Sí, lo era. La lluvia era relajante y en un momento así con Asuna, era perfecto.

—Lo mejor de todo esto, es que estamos juntos Kirito-kun.

Y aquella castaña parecía leerle la mente.

Ellos no eran de dar muestras de afecto en público, ni siquiera un abrazo, –salvo algunas veces en ALO cuando estaban con sus amigos– y realmente eran pocos los momentos que tenían a solas, disfrutando un momento así, los dos solos y muy juntitos.

Kirito disfrutó del aire fresco que le daba la lluvia, e inhalando le habló a Asuna sobre un tema que había estado pensando últimamente.

—Hey Asuna,— la nombrada le miró —había estado pensando, ¿que tal si, la próxima semana quizá... Salimos?

—¿Una cita?

La castaña alcanzó a ver el leve sonrojo de Kirito antes de que volteara por completo el rostro. Ella en respuesta lo abrazó más fuerte y se apegó a él.

—Me encantaría, Kazuto-kun.

El pelinegro giró su cabeza ante la mención de su nombre, Asuna le sonreía también con un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Entonces, está decidido...

Se detuvieron al visualizar la estación, la lluvia seguía cayendo, el trayecto les pareció un poco corto, pero al menos aún segurían juntos un poco más.

—Bueno, sigamos Kirito-kun.

Y siguieron su camino para llegar a sus hogares, apreciando el momento a solas que lograron tener.

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Donde vivo ha llovido últimamente y pues al encontrarme con el fanart me pareció bonito escribir sobre un día lluvioso (?

No sé, esta cortito y simple, espero que les haya gustado 😌