Historias Charr, Guild Wars 2: La Manada Forever.

TOMO 1 - EPISODIO 04: El Pinche Granuja

Saliendo de las ruinas Ascalonianas se ve a lo lejos el pueblo de Nageling en medio de la meseta de Diessa, un lugar tranquilo lleno de Charrs ganaderos que suministran alimento a la capital y a sus legiones. 

El día se encontraba soleado y ventoso, las melenas de los Charrs se movía al compás de las suaves brisa que provenía del norte. Era un relajante día de verano que uno disfruta comiendo asados y bebiendo cerveza con tus compañeros de escuadra, pero para nuestros ALFAS no podía haber descanso en la búsqueda de la verdad.

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Mientras atraviesan la meseta, Yukii intentaba entablar alguna conversación con el grupo de Charrs sin mucho avance...

- Epek... ¿Quien es el hombre que cargas y porque no reacciona? - Pregunta con una voz tierna y muy curiosa.

- Ya te lo dije humana, es nuestra cena y lo golpee porque no se callaba. - Le respondía en tono malicioso intentando asustar a la pequeña humana.

Yukii no le presta la mas mínima atención a las intimidaciones del Charr y se queda mirando fijamente la cara del humano intentando reconocerlo de algún otro lado. 

De pronto el noble comienza a reaccionar, sujetando su cabeza con mucho dolor - Ah... Ah... ¿Que fue lo que paso? - Abría sus ojos poco a poco mientras despertaba, y lo primero que ve es a una tierna muchacha observándolo fijamente, - ¡WOW! ¿Acaso morí y estoy en la niebla? Pero que hermosura deslumbran mis ojos. - Coqueteaba en un tono según él "seductor".

- Así que no estabas muerto después de todo, solo dormías. Mucho gusto soy Yukii, ¿Y tú quien eres? - 

Al escuchar que el noble había despertado, Epek lo deja caer al suelo sin previo aviso. ¡BAM! El golpe fue tan fuerte que el noble recordó todo lo que había ocurrido: una banda de Charrs lo tenían capturado como prisionero y ahora esta nueva chica también corría con el mismo peligro.

- ¡YUKII! ¡VAYÁMONOS DE AQUÍ, RÁPIDO! ¡ELLOS NOS ESTÁN GUARDANDO PARA COMERNOS! ¡AH MI CABEZA! - Seguía desorientado y gritando de dolor.

- No seas tonto, estos gatitos no son malos, ellos me ayudaron a escapar de unos fantasmas malos y ahora los acompaño. - Reflejaba una sonrisa llena de tranquilidad.

- ¡PERO QUE DICES! ¿ACASO ESTAS BESTIAS TE HAN OBLIGADO A DECIR ESAS COSAS? -

REDR Y Rival escuchaban todo lo que decía el noble, mientras Epek continuaba caminando como si nada estuviera ocurriendo.

- Veo que tienes mucha energía humano, en verdad llegue a pensar que tu cuerpo solo nos serviría para preguntar de donde provenías - REDR no pudo contener su humor negro, cosa que no le agrado mucho al noble. - Ya estamos llegando a Nageling, allí debería estar el ladrón que estaba contigo cuando te encontramos. Puede que él tenga lo que sea que venias a entregarnos y así poder saber un poco mas de ti. - 

- ¿Un ladrón? Ahora que lo mencionas... Recuerdo que sentía que alguien estaba siguiéndome cuando venia hacia la ciudadela... - El noble reflexiono por unos momentos su situación actual, - Puede que lo que digas ustedes sea cierto y no están tratando de comerme. Pero aun así no lo entiendo... ¿Porque me están ayudando? - 

 - Ya te había dicho muchas veces que no te íbamos comer (Estos humanos se creen la ultima maravilla del mundo) Ni su carne sirve como buen aperitivo - Rival ya estaba molesto de que los humanos siempre pensaran los mismo sobre los Charrs, - Ademas, te ayudamos porque consideramos que alguna misión importante venias a entregar a nuestra raza para estar tan cerca de la ciudadela tu solo. -