Chole querida

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No se va, nunca me descuida, sigue y sigue, me sigue y me sigue. Antes sólo llamaba cuando estaba a solas, visitaba mi mente y vagaba en mis sombras. Hoy me visita, de noche y de día; en la escuela, en la cama, en la plaza, incluso a media comida.

Incondicional y fiel soledad, sensual figura amorfa que trasnocha mis mejillas, que besa mi alma, que la hiela como bentizca. Que aún estando junto a una bella compañía, me hace sentirla. Dulce soledad ¿por qué no te retiras?

Visitame luego, dejame ya, dame descanso, ya no quiero llorar. Dejame en paz, dejame vivir, quiero librarme de ti, quiero salir de este hoyo. Ni siquiera tú me llenas, porque incluso estando contigo, me siento sólo.

OcasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora