Zack y Ray: Nuestros Días Juntos.

¿Problema?

Rachel abría lentamente sus ojos.

– ¿Um? – ella miró hacia donde se supone estaría su compañero, pero no fue así, despertó sola – ¿Zack?

Fue así como salió de la pequeña casa de campaña. Y al fijar su mirada hacía su derecha encontró al susodicho.
Zack estaba sentado en el pasto, recargado en un árbol mirando hacía la nada, perdido en sus pensamientos.

– Zack...
– Despertaste... Creí que tendría que ir a mover tu trasero de la cama – tan amable como siempre dió los buenas días a Rachel.
– ¿Qué haces aquí?
– Solo... Estaba pensando...
– Ya veo.
– Como sea, debemos darnos prisa, hay que encontrar un nuevo hogar donde vivir.
–> Quiero dormir tranquilo sin que estés temblando a lado mío toda la noche y no me dejes dormir.
– Lo siento...
– C-Como sea... Vamos, Ray – Ella asintió levemente con su cabeza.

Ambos tomaron sus pertenencias y siguieron su camino.

Durante su caminata, Rachel había intentado tomar de la mano a Zack, pero este siempre salía corriendo o corría en dirección opuesta a donde se dirigían con la excusa de "ir por comida".

– Zack
– ¿Qué pasa?
– ¿Qué te sucede? Has estado actuando raro desde la mañana.
– N-No es nada
– Dime
– Continuemos
– ... No voy a ir a ningún lado sino me dices – Rachel se detuvo, mirando enojada a Zack. No comprendía que había molestado a su compañero y eso le hacía sentir mal.
– No es nada, Ray... Es solo que... Yo... – su voz comenzaba a temblar y las palabras no salían de su boca – Yo... ¡Agh, mierda! ¡No puedo decir eso! – sin decir nada más salió corriendo lo más rápido que pudo, dejando a Rachel sola en medio del sendero.
– ...

∆×∆×∆

Rachel por fin pudo alcanzar a Zack, quien había llegado hasta la siguiente ciudad, y esperaba sentado, en la entrada a la ciudad a Rachel.

Cabizbajo susurro: – Perdón por dejarte atrás...
– No importa. Creo que fuí muy severa contigo, está bien si no quieres decirme. Yo esperaré hasta el momento en que quieras hacerlo.
– Ray – él alzó su rostro encontrándose con el tierno rostro de Rachel, quién le brindaba una dulce sonrisa.

Tras arreglar aquello continuaron como de costumbre.

Aunque en la mente de Zack seguía rondando el mismo pensamiento que había provocado tanto ajetreo: – (¿Cómo... Se supone que le diga... Que yo... Q-Quiero... H-hacer... Ese tipo de cosas... Con... E-Ella?)

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Yes, It's what you think 7w7

¡Próximamente!

¡Lemon!