#Fictober2018

Día 5: Spell (Hechizo/Deletrear)

Personajes: Akira & Ākēdo (BNHA Oc's)

Nada más sonar el timbre que avisaba de que el día de clases había terminado, Ākēdo recogió rápidamente su material para irse lo antes posible de su casa; tenía muchas cosas que hacer esa tarde y no quería entretenerse.

Sin embargo, nada más salir del aula, pudo escuchar a alguien gritándole mientras se abalanzaba sobre él:

-¡¡¡ĀAKĒEDO-KUUN, ESPÉRAMEE!!!

Era Akira, y como siempre molestándole cuando más prisa tenía.

-Oye, ¿puedes dejarme en paz esta vez? En serio, tengo muchas cosas que hacer esta tarde.- e intentó apartárselo de encima, pero Akira estaba bien agarrado a él, era bastante fuerte a pesar de estar hecho de tela y algodón.

-Pero, ¡quiero quedar contigo! ¡Aunque sea en tu casa, me da igual, pero quiero estar contigo!- replicó Akira.

Ākēdo suspiró, algo nervioso y desesperado: su compañero le estaba haciendo perder bastante tiempo.

-Lo siento, quedaremos mañana, ¿vale? ¡Tengo cosas que hacer!

-Bueno... está bien.- Entonces, le soltó finalmente.- ¡Pero mañana sin excusa quedamos, que no se te olvide!

El chico arcade, en cuanto notó que le soltó salió corriendo, sin escuchar lo que le decía, ya que no quería perder ni un segundo más de su tiempo.

Cuando llegó la noche, Ākēdo se tumbó sobre su cama, muy cansado. Fue a revisar su móvil para ver si le habían enviado algo importante.

Akira le había enviado 48 mensajes privados. Madre mía, este chaval estaba loquísimo.

En realidad, 44 de ellos eran memes y los otros 4 eran él recordándole que habían quedado al día siguiente y que no se olvidase. El chico le contestó que sí a su amigo y dejó el móvil para irse ya a dormir, pues no le apetecía hacer nada más, estaba que se moría.

Al día siguiente, y cuando terminaron las clases, Akira fue corriendo al lado de Ākēdo mientras recogía, puesto que el muñeco vudú recogía sus cosas muy rápido y el chico arcade a la velocidad del caracol.

-¡¡Quiero quedarme esperándote!! ¡¡Quiero estar todo el tiempo posible contigo!!

Ākēdo simplemente suspiró. Madre mía, sabía que esa tarde iba a ser jodidamente agotadora, Akira era un hiperactivo de mucho cuidado y encima estaba muy obsesionado por él. Pero al fin y al cabo era su amigo, y se lo había prometido.

Cuando terminaron de recoger, salieron juntos de la UA, en dirección a ningún sitio en particular. Habían planeado simplemente pasear y hablar, sin rumbo fijo.

En un momento dado, a Akira le dio por preguntarle algo a Ākēdo:

-Oye, Ākēdo-kun...

-¿Hm?- el chico ya se esperaba lo peor: si Akira estaba así, lo más probable era porque le iba a confesar sus sentimientos. Otra vez.

-¿Tú... me quieres? En plan, de pareja y eso, porque yo sí te quiero, y mucho, ¡y creo que deberíamos estar saliendo!- contestó el chico vudú, en un tono que podría llegar a sonar hasta desesperado.

Efectivamente, el chico arcade había acertado. Ya notaba desde hacía tiempo que le gustaba a Akira (y mucho) y de hecho se le llegó a confesar varias veces. Sin embargo, a Ākēdo no le interesaba tener una relación amorosa con él, pensaba que debería ser un coñazo tenerlo de novio.

Suspiró antes de contestarle:

-Akira, sabes que yo te quiero, y mucho. Pero no de esa manera... sabes que yo sólo te considero un amigo...

-P-pero...

-Akira, no insistas más. Y no es la primera vez que te lo digo, ¿es que necesitas que te lo deletree o algo? Sólo somos a-m-i-g-o-s. ¿Es tan difícil?

El chico vudú entonces se calló de golpe. Ākēdo suspiró aliviado.

-E-está bien, lo siento... - contestó, algo afligido.- No volveré a ser pesado con el tema...

También se separó del brazo de Ākēdo, cosa que le hizo sentir ya algo incómodo. Suspiró.

-Ah.... ¿quieres quedarte hoy a dormir a mi casa?

La cara de Akira cambió bruscamente de la tristeza a la felicidad, y volvió a abrazar con fuerza a su amigo: eso era un obvio sí.

Y ambos continuaron caminando, en dirección de la casa de Ākēdo.