Di algo bonito a tu compañero

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--¡Buenos días, chicos! --saluda la señorita Bustier--. Como siempre, vamos a comenzar la clase diciendo algo bonito a nuestros compañeros. Hoy haremos las parejas de la siguiente manera: los de la primera fila con el compañero de atrás, y así sucesivamente, ¿de acuerdo? 

Adrien se gira, sonriente, para encontrarse con una ruborizada Marinette que le saluda tímidamente con la mano. "Me gusta cuando se pone así de colorada", piensa el chico. "La verdad es que cada vez me siento más a gusto a su lado. Debería buscar algo realmente bonito que decirle, para que sepa lo importante que es ella para mí. ¿Divertida, buena, dulce, creativa, preciosa? No sabría qué escoger..."

Marinette, por su parte, piensa a toda velocidad: "Ohh, espero no tartamudear y hacer el ridículo... Adrien es tan alucinante... ¿qué le puedo decir que le guste escuchar y no me haga quedar como una idiota?"

--Empiezan Nino y Alya --les anima la profesora.
--Oh, es muy fácil encontrar algo bueno en ti, Alya; lo difícil es elegir cuál de esas cosas decir. ¿Puede ser más de una, señorita Bustier?
--Claro, Nino.
--Pues bien... eres encantadora, decidida, valiente, interesante y preciosa.
--Y tú eres un exagerado... pero me encantas. 
--Bien. Turno para Adrien y Marinette.
--No vale, señorita, ni siquiera alguien tan bueno como mi Adrikins sería capaz de encontrar qué decirle a la panadera --refunfuña Chloe.
--Basta ya, Chloe --le espeta Adrien, molesto--. Marinette... eres muy... divertida, y... 
De golpe parece sorprendido, y tantea el pliegue de su camisa donde se esconde Plagg, que se revuelve nerviosamente haciéndole cosquillas. ¡Así no hay quien se concentre!
--Ejem, ¿por dónde iba?
--Es suficiente así. ¿Marinette?

Adrien asiente, decepcionado por haber perdido la oportunidad de decirle algo tan especial como planeaba. "Ya tendré ocasión de decírselo más tarde en privado", decide.

La chica balbucea, muy nerviosa. 
--Yo... yo...
Su maleta se desliza y Tikki asoma, haciéndole señales para que mire urgentemente hacia la puerta. ¡Por la pequeña ventana se asoma un agitado kuami verde!
--Pero qué... ¿Wayzz? Emmm, digo, que eres... ¡un chico muy guay! ¡Tengo que ir al baño! --coge su maleta y se apresura a salir, agitada, seguida por la mirada de un sorprendido Adrien.
--¿Veis? Ridícula, como siempre --Chloe se cruza de brazos.

***

--Ladybug, ¡rápido! ¡Tienes que venir conmigo! 
--¿Qué ocurre, Wayzz?
--El maestro Fu está en peligro, ¡todos nosotros lo estamos!
El kuami la guía hasta un estrecho callejón. De entre las sombras aparece Fu, que lleva una caja de madera en la mano.
--¡Maestro Fu! --se sorprende ella--. ¿Qué está pasando?
--Algo que temía desde hace tiempo, Ladybug. Lepidóptero, de alguna manera, ha conseguido despertar a Duusu, el kuami del pavo real, y someterlo a su voluntad. También, después del intento de comunicarnos con Nooro, ha descubierto mi presencia en París, y creo que incluso la ubicación de mi escondite; espero su visita en cualquier momento. ¡Los prodigios deben ser puestos a salvo! Entrégalos a los portadores para que los custodien.
--¿Debo encontrar portadores para los kwamis del zodiaco chino también?
--No será necesario por ahora. No han sido activados desde hace tanto tiempo que ni siquiera Duusu, por fuerte que sea su poder telepático, podrá detectarlos. En cuanto puedas, traslada la caja a un lugar seguro; eso será suficiente.
Marinette asiente con decisión, tomando la caja.
--Ladybug, por fin tengo una sospecha clara de quién puede ser el portador del prodigio de la mariposa. Pero será mejor que lo averigües por ti misma. Solo déjame preguntarte algo: ¿confías en Chat Noir?
--Con mi vida --afirma ella con seguridad.
--Esta situación representará una dura prueba para él. Mantente a su lado: te necesitará más que nunca --dice Fu con seriedad.
--No fallaremos.
El maestro se desprende de su pulsera para entregársela, y Marinette sale del callejón aferrando la caja de los prodigios con todas sus fuerzas. El aire zumba, cargado de una electricidad extraña que pone sus nervios de punta.

Un camino para Emilie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora