Capítulo VIII
Era el cuarto día en el que Kim Jonghyun se citaba en el mismo despacho y la reunión finalizaba, una vez más, sin obtener ningún resultado. La negociación no avanzaba, por más que redactara, por más veces que repitiera lo seguro y prometedor que se veía todo, no sucedía nada.
Completamente frustrado, el futuro padre se dirigió a la puerta para salir de allí y volver al hotel donde se estaba hospedando. Ya no aguantaba estar lejos de su esposo, en su última conversación telefónica, Kibum le había dicho que su vientre había crecido un poco más, y él se lo estaba perdiendo.
Jonghyun quería estar con su esposo, quería ser testigo de cómo su panza crecía cada día, y estar presente en el momento en que su hijo se moviera y empiece a dar sus pataditas.
Pero la idea de macharse sin haber llegado a un acuerdo era inadmisible.
El futuro padre tenía una clara idea de lo que estaba sucediendo, es más, estaba seguro de que la razón por la que tenía todo trabado era debido a la influencia de su padre.
En esos cuatro días había recibido millones de llamadas desde la empresa de su progenitor, y todas con un único propósito, convencerlo de que tener un negocio independiente era innecesario.
Enojado como estaba, decidió caminar hasta el hotel, tal vez de esa manera lograba que se le fuera un poco la rabia que llevaba encima.
Si su padre no estuviera metiéndose en el medio de su vida, de seguro a esa altura ya estaría al lado de su esposo, acariciando su preciosa panza. Pensar en ello, le hizo detenerse abruptamente y preguntarse, ¿por qué de todas las veces que su esposo le gritó que dejara de ser tan dominado por sus padres, nunca le hizo caso? Ahora podía ver las cosas con total claridad.
—¿Cómo es que he llegado a ser tan estúpido? —se dijo a sí mismo en el medio de la calle, y es que cada día lograba darse cuenta lo ciego que había llegado a ser.
Parado allí, donde la gente caminaba a su alrededor y le miraba feo, ya que obstruía su paso, se dijo que aquello debía terminar. No esperaría más, si al día siguiente no conseguía un trato, lo intentaría con alguna otra empresa, pero no pasaría un día más lejos de su esposo.
Por otro lado, el trío de amigos compuestos por Kibum, Taemin y ChangMin, andaban en el centro de la ciudad, ya que al embarazado del grupo se le había antojado salir a almorzar fuera. Lamentablemente, en esos cuatro días, Taemin se había negado fervientemente a contestar las llamadas y mensajes de Minho, por lo que Kibum le había regañado terriblemente.
El amigo del castaño no era tonto, y tenía alguna idea de las tribulaciones que le atravesaban por la mente, por ello esa misma mañana, antes de salir a almorzar, se plantó enfrente de Taemin con ambas manos en la cintura.
—No entiendo qué es lo que piensas tanto. Tú amas a Minho, y él se desvive por ti. —le había dicho con tono que denotaba que estaba perdiendo su paciencia, a lo que el castaño no le dudó más que liberar sus dudas más profundas, corroborando que lo que el otro pensaba era cierto.
Kibum, afortunadamente, había logrado hacerle entender a Taemin que el hecho de que su matrimonio con Jonghyun haya dependido de u hilo todo el tiempo, no significaba que vaya a suceder lo mismo con él. Y la salida de ese día, también se debía a que en unas horas más, el castaño al fin vería a su novio Minho.
ChangMin, por otro lado, también estaba con ellos a su lado, pero el alto estaba más concentrado en contar las bolsas que llevaba en sus manos, pues había visto muchas cosas que llamaron su atención, y no pudo resistirse a usar la extensión de tarjeta que Yunho le había proporcionado.
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Empezar de nuevo «Adaptación JongKey»
FanfictionKim Kibum y Kim Jonghyun llevan un matrimonio de dos años, el cual está apunto de culminar. Todo lo que faltaba era la firma de ambas partes. Sin embargo, la noticia de que esperan su primer hijo les obliga a seguir juntos su camino. ☆¿Empezar de nu...