Dia 4

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Las enfermeras trajeron el almuerzo, pan tostado con huevo y un vaso de leche. Desayune y salí de la habitación.
Mi idea apenas comenzaba y sentía una ola de sentimientos distinta a la del día de ayer.
Supongo que Scott lo había hecho distinto.
Toque a la puerta.
-¿Quién es?-preguntó Scott.
-Soy yo, Liz-
-Pasa, rapido, rapido.-dijo emocionado.
Entre a la habitacion y vi a Scott con una camara en manos, en sus ojos podia notar un brillo de entusiasmo y alegría demasiado energetica.
-¿Por qué tan emocionado?-pregunté con una sonrisa ladeada.
-¡Mira!-grito mientras casi me estampaba en la cara su camara.
-¿¡Sabes lo que es!?-
-Ah...una camara-dije en un tono de sarcasmo.
-Eso es más que obvio enana.
-¿Entonces para que la pregunta? Y además no me llames enana-esto ultimo lo dije algo enfurecida.
-Enana.
-¡Scott!-grite frunciendo el seño e inflando las mejillas un poco, era algo habitual en mi persona el inflar mis mejillas cuando algo me molestaba.
Scott solto una carcajada.
-Te vez realmente adoroble cuando haces eso.
-¡Yo no soy adorable!, ademas, ¿para que necesitas esa camara?-dije intentando cambiar de tema. Algo que él no paso por alto.
-No me cambies de tema enana. Esta camara la utilizaremos más adelante, tomare unas cuantas herramientas "pretadas" del sotano del hospital y así podre arreglarla para utilizarla.-dijo mientras volvia a guardar la camara.
-Vamos-dijo mientras salia de la habitación.
-¿A donde?-lo mire confundida.
No había muchas partes por recorrer en el hospital. Solo podiamos salir al patio o quedarnos encerrados todo el día en nuestras habitaciones.
-¿No quieres salir?-preguntó volviendo a la habitación.
Yo me limite a hablar y solo sacudí la cabeza de un lado a otro haciendole saber que mi respuesta era no.
Scott se recostó en su cama, dejo un espacio y dio palmadas a su lado para que yo me recostara. Lo hice, nos quedamos mirando al techo por varios minutos. Era un silencio incomodo, al menos para mi...siempre me habian incomodado los silencios por más cortos que fueran, sentía que tenia que decir algo, pero nunca encontraba las palabras para adecuadas para entablar una conversación de nuevo. Así que terminaba haciendo cualquier ruido con la boca, intentando hacer reir a la otra persona. A veces funcionaba.
-Ya me dio sueño-pronuncio Scott entrecerrando los ojos.
Él era muy hiperactivo como era posible que pudiera dormir la mayor parte del día. Sinceramente, a veces me asombraba su comportamiento.

-¿Quieres acompañarme a un mundo de sueños, en el que no existe la línea del tiempo real y el tiempo perdido?-preguntó un poco bromista.
Aunque para mi eso era efectivamente lo que significaba un sueño.
-Claro...¿me abandonaras cuando me quede dormida?-pregunté con un poco de temor. Pues eso era lo que solía hacer Stuart cuando ya no queria jugar más conmigo.
-No. La que podría abandonarme eres tú, por que yo caigo en un tipo de trance al dormir.-dijo con tono de voz bromista, mientras emitia un ronquido sarcastico.
Solté una carcajada.
Scott solía hacer bastantes bromas y era una de las cosas que más me gustaban de él. Su gran sentido del humor, además de que siempre le veía el lado positivo a las cosas, aunque estas no las tuvieran, para Scott todo tenia remedio aunque tardara varios días intentandolo.
Ojalá yo tambien tuviera remedio.
Nos quedamos dormidos alcabo de unos minutos.
Nuestros pies apuntaban hacia la cabezera de la cama.
Un grito,provoco que nos despertaramos de golpe. El corazón me palpitaba rapidamente. Scott se acerco a mi lado y me abrazo fuertemente notando mi temor.
A los segundos, se escucho otro grito, eran fuertes, parecia que les estaba ocurriendo algo malo.
-Creo que vienen del sotanó.-dijo Scott seriamente, él tambien tenia miedo, podia sentir su corazón palpitar fuertemente y una de sus manos temblaba, mientras que a su rostro se asomaba una ligera inquietud.
-¿Por qué crees que esten gritando?-pregunté, y al momento de decirlo note como temblaba mi voz.
-Quizas solo sea un niño que no quiere medicamentos-dijo intentando tranquilizarme y una sonrisa amable cruzo su rostro algo preucopado.
Conociendo la manera intrepida de Scott, él iria a rebisar en cualquier momento en el que yo me descuidara.
No podia permitirlo, no queria ni siquiera llegar a pensar en que podria ocurrirle algo malo a Scott. Estaba asustada, este hospital comenzaba a ponerse tenebroso.
Mi madre y todos mis amigos, ademas de mi familia me habian abandonado. Y ahora que por fin había encontrado un amigo, tenia que enfrenterme a cualquier cosa que tramaran los doctores. Lo cual parecia no ser algo bueno.
-Ire a rebisar-Scott se aparto de mi lado e intento salir de la cama rapidamente, de no haber sido por que yo alcance a tomarlo de la camisa este hubiera salido corriendo de la habitación, dejandome completamente sola en esta neblina de suspenso y miedos.
-Scott-senti como mis ojos comenzaban a cristalizarse.
-No vallas, podria pasarte algo malo.
-No te preocupes, puedo cuidarme solo, soy fuerte y ademas corro mas rapido que todos ellos. Quedate aquí y no hagas ruido, volvere enseguida...te lo prometo.-beso mi frente y me sonrio amablemente, despues salio corriendo de la habitación.
Me quede paralizada, el rompecabezas parecia tener más piezas perdidas de las que aparentaba.
Scott volvio al cabo de unos cuantos minutos, los cuales para mi fueron una eternidad.
-Liz...-sus ojos mostraban temor.
-¿Qué ocurre?-pregunté algo confusa.
Él solo se quedo un momento en silencio, parecia no emcontrar las palabras adecuadas para decirlo.
-No, nada...solo...tendras que dormir unos cuantos días conmigo.
-¿Por qué?, Scott ¿¡qué esta pasando!?-mi tono de voz efectivamente era de temor, me temblaba todo el cuerpo y comenze a desesperarme.
Scott suspiro debilmente, como si no hubiera un lado positivo para esto.
Parecia no haber esperanzas.
-Tendremos que actuar como si no supieramos nada.
-¿¡A qué te refieres!?.
-Te lo explicare mañana, hoy ya es demasiado tarde, duerme, no te preocupes por nada dejamelo todo a mi.
Scott se recosto en la cama, dejendo un espacio libre para mi.
Yo me recoste a su lado tratamdo de dormir, ¡pero era imposible!.
¿¡Qué era lo que estaba ocurriendo!?.
¿¡Acaso era algo malo!? Tenia que serlo.
No pude dormir en toda la noche y tampoco Scott lo hizo.
Estabamos asustados, ¿qué era lo que tenian planeado hacernos?...

Sin Cura (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora