Estuvimos en la misma médula ósea, se podría decir que compartí uno que otro dulce momento de mi infancia a tu lado y al de tus amigos, que buenos tiempos fueron. Me gustaba jugar con ustedes aunque sé que siempre he sido la célula más débil y que realmente no he sido parte de su grupo, pero no me importaba, después de todo si me aceptaste no había problema alguno.
Paseos en bote con nuestro senpai, escuchar sus disparates y poesías, irnos al agua cuando el bote se inclinaba... Fue bastante divertido, siempre me has caido muy bien, todos ustedes me han caido muy bien, y aunque sé que no tenemos la misma especialidad y me veo débil a su lado disfruto su compañía, disfruto tu compañía. Pero... ¿Qué es este sentimiento extraño que me está invadiendo? ¿Por qué me siento mal cuando veo que le dedicas tanto tiempo a tu amiga? No lo puedo comprender, parte de mi desea saberlo, y la otra me dice que ni debería intentar averiguarlo.
Quedamos en reunirnos tal y como lo hacíamos cuando eramos niños, pero los demás dijeron que no vendrías, pensé que habías resultado herido... Pero no... Ya tenías un plan de salir con esa amiga tuya a quien sabe donde. Sin embargo, espero que te hubieras divertido, no puedo dejar que tu ausencia destruya nuestro plan de tontear como cuando eramos niños, aunque me hubiera justado ver al grupo completo. Ese encuentro fue muy nostálgico y alegre, nos divertimos y reimos de cuando nos contaban una que otra anécdota de su trabajo, y yo contaba las del mío, quisiera haber podido escuchar alguna tuya, pero que más da.
Cuando viniste nuevamente a la región del estómago pensé que podríamos ponernos al día, sonaba improvisado pero buena idea, pero ella vino contigo y alguien más, aunque quería hablar con ustedes no fui capaz, me poseyó una gran incomodidad y malestar que hizo que inventara que iba a rondar por si acaso, y ni siquiera me pediste que me quedara.
Me salvaste la vida cuando enfrentaba a alguien para quien no estoy muy capacitada de enfrentar, te viste como todo el profesional que eres, aún me cuesta creer que ya no somos esos niños que correteaban con armas de juguete con la médula. Hemos madurado, pero existen muchas cosas que no comprendo, como el por qué me alegra que fueses tú quien me salvara y atendiera mis heridas y no otra persona, incluyendo a nuestros amigos de la infancia. Notar que te preocupaste por mi, que te arriesgaste tanto para poder salvar mi vida... Me hizo sentir alegría, pensé que yo no sería una prioridad. Ah, te veías muy bien cuando destrozaste a esas malditas bacterias por la mitad, puedes hacer lo que yo no puedo, sin embargo yo puedo hacer cosas que tu no... Creo que si yo no fuese un estorbo porque la mayoría de veces son bacterias las que nos atacan podríamos ser un gran equipo.
Siempre queriendo poder conversar contigo sin que algo malo hubiera tenido que pasar, hablar con normalidad como si no tuvieramos que estar vigilando de que algún antígeno apareciera, y cuando al fin estabamos dialogando ella apareció con una expresión de que no tenía ni idea de donde se encontraba, fuiste a verle y te disculpaste conmigo diciendo que ibas a guiar a esa despistada. ¿Por qué eres así? ¿Por qué siento malestar al ver que parece que con ella te llevas mejor y que solo me ves como una compañera de trabajo más? Bueno... "Vendrán más oportunidades" pensé.
Me he enterado de que tienes algo con esa persona, una clase de cercanía única que no se ha visto en años entre dos células, todos están contentos y extrañados de verte tan feliz. Por mi parte supongo que con el tiempo me alegraré, por algún motivo me duele, pero cualquier dolor es temporal, solamente sonríe y pasa más tiempo con ella, el resto de tus amigos y yo estaremos felices, espero que no te enojes por el que me tome un tiempo sonreir por la idea de que piensas tener ese algo extraño con ella.
Nos veremos en el trabajo e intentaré hablar contigo, pero ya no para intentar ser más cercana a ti, por algún motivo siento que no debo meterme ni intentar ser yo quien te saque una que otra sonrisa, ya alguien más ha ocupado ese puesto. No debo meterme... Solamente sabré que eres feliz, y eso tarde o temprano me hará feliz. Creo que tuve unas cuantas oportunidades pero nada de eso resultó, al menos sé que aunque no soy tu prioridad te importo, y eso me da cierta satisfacción por el momento.
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Hataraku Saibou - Fanfics
FanfictionTonterías que escribo sobre el ship Eritrocito y Neutrófilo, y otros personajes. Cada historia es independiente de la otra, no existe alguna conexión entre las historias que puedes encontrar aquí.