Alas 3

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Extensión: 2184 palabras

Género: Romance Paranormal

Autor: Isa_ri24


  ¿Conoces ese lugar entre el sueño y el despertar, el lugar donde todavía puedes recordar los sueños?

Ahí es donde siempre te amaré.

Donde siempre te estaré esperando.

Hola estudiante, me llamo SeokJin —se presentó una voz masculina que hablaba de forma pausada y encantadora a sus oídos pero que le molestó de igual manera porque su figura le hacía sombra, quitándole luz e interfiriendo con su lectura—. ¿Te molestaría hablar un poco conmigo en lo que llega el tren?— agregó llenando el silencio.

Pero el adolescente decidió ignorarlo y tratar de seguir leyendo, aunque el extraño comenzó a carraspear para llamar su atención. El joven levantó la vista del libro entre sus manos con su mejor mueca de fastidio, planeaba decirle que no estaba interesado en iniciar una conversación que seguro estaba destinada a que comprara alguna baratija o recibir palabras religiosas. Solo quería terminar su libro en paz en lo que llegaba su transporte a casa. El hombre tenía muchas personas a las que podía hablar en la estación pero al conectar sus ojos con los suyos, un sentimiento de reconocimiento lo embargó; dejándolo con las palabras en la boca. Sentía que había conocido a ese hombre antes, su presencia era tan familiar como la de un ser querido pero al mismo tiempo no terminaba de ubicarlo se veía sin ninguna pista de él en su memoria. Era un sentimiento rarísimo de explicar. A lo mejor estaba sufriendo de un severo caso de déjà vu. Aún así, se obligó a dejar sus pensamientos de lado, podía sentir la mirada expectante del mayor que tenía estirados sus labios en una sonrisa que mostraba sus dientes perlados.

¿Nos... conocemos acaso?—preguntó confundido, cerrando su libro y apoyándolo en su regazo. El hombre de pie lució desconcertado pero algo brillo en sus ojos que hizo al colegial observarlo fijamente a pesar de que éste negó con la cabeza. Volvió a insistir no viéndose convencido—. ¿Estás seguro?

El mayor soltó una risa ligera—. Lo estoy. Pero... sí te deja más seguro porqué no me dices tu nombre de todos modos, así podemos conocernos —inquirió con voz melodiosa, haciéndolo sonrojar a su pesar.

<< ¡Tonto, para qué te sonrojas! >> Se reprendió por dejarse llevar por el extraño y no era difícil porque, hombre, era bello. Pero eso no quitaba que era un desconocido que se acercaba a un estudiante en una estación de metro. Tal vez, debería volver a su idea original e ignorarlo, a lo mejor al ver que no respondía, se marcharía y lo dejaría en paz.

¿No vas a decirme tu nombre? —preguntó amigable.

Y olvidando todo lo que había decidido le respondió cortante—. ¿Por qué debería?

¿No tienes curiosidad por saber sí nos conocemos?

La verdad no —mintió, desviando la mirada a su regazo—. Además, ya dijiste que no.

Cierto —admitió con un gesto de la mano—. Es curioso, en mis tiempos cuando un adulto se presentaba lo correcto era presentarse también—comentó pensativo perdiendo su sonrisa—. No había mucho por lo que desconfiar.

Los tiempos cambian.

Si, lo hacen—concedió y él pudo apreciar algo parecido a la desilusión en sus ojos—. Sí te molesto puedo irme.

El ABC del NamjinWhere stories live. Discover now