¿Alguna vez sintieron como el tiempo se vuelve eterno y parece que han pasado casi 1000 años, cuando en realidad son solo 10 días?
Bueno, así se sentía cierto rubio.
Había pasado casi dos semanas desde que volvió de Inglaterra y comenzó con la rutina de antes, solo que con una diferencia, un factor alteró la fórmula; una cabellera teñida no paseaba por los pasillos ni molestaba en aquella sala.
La directora se encargó de darle un muy buen trabajo atrasado por faltar tanto tiempo. Aunque no descuido del todo los estudios, sí había dejado el puesto de delegado principal y pensó que en cuanto volviera solo sería un delegado más. (Y que melody se quedaría con el puesto) Pero como a veces no sucede lo que uno quiere, la directora reservo celosamente su lugar en el instituto, y Nath no sabía si sentirse halagado o esclavizado, otra vez.
Todas esas montañas de papeles lo mantenían ocupado bastante tiempo, pero no desviaban una pequeña cosita que rondaba su cabeza, más bien, un pelirrojo.
El dije que antes colgaba de su cuello pasó a estar en su mano y el collar del aeropuerto ahora adornaba ese espacio. Cambio la promesa de su lugar porque cuando sentía la tristeza por las noches, la llevaba en dirección a su pecho, recordando las dulces palabras en tinta que su chico le había dado.
Y recordó su promesa de viento.
Y no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas.
– Prometo volvernos a encontrar.
– ¿A quien le dices, Nath?
Solto un saltito al escuchar la voz de Medoly cerca de la puerta, miro en su dirección topandose con la sonrisa que la chica siempre tenía.
– No te ví, disculpa. ¿Traes los papeles que te pedí?
– No te preocupes, y si los traigo.
– Pásamelos y gracias. - Tomo los papeles y se dispuso a seguir con lo que hacía, pero la mirada de la chica sobre él lo comenzaba a incomodar - ¿Te quedarás o...?
– No contestaste mi pregunta.
Entre cerro los ojos fingiendo recordar, sabía a qué se refería.
– ¿Cuál?
– ¿A quién va lo que dijiste antes?
Trago saliva, se sentía descubierto, ¿Sería bueno contarle a ella?. No es como si pudiera negarlo o cubrirlo.
– A una persona, Mel. ¿Eso es todo?
– ¿Pero a quién? - Se acercó hasta quedar cara a cara con el chico. Si antes estaba incómodo ahora parecía que lo ahogaría.
– No tiene importancia y... Estás muy cerca. - Posó ambas manos en los brazos de la chica, haciendo que el anillo sobresaltara con ligeros brillos.
– ¿Y ese anillo? - Tomo la mano del contrario y la alzó dejando ver el anillo con más detalle, parecía al que se da en el compromiso. Lo soltó con brusquedad sorprendiendo al rubio. - Es un anillo de compromiso, ¿Nathaniel, t-te vas a ca-casar?
– ¿Pero que dices? No y el anillo solo es una promesa. - Sorpresa y un ligero temor inundó a Nath por el comportamiento de Melody, ella nunca era así. ¿Tanto le afectaba ver un anillo?
– No mientas, te vas a casar... Nath, sabes lo que siento por tí. - La desesperación inundó el cuerpo de la joven, su chico... Lo estaba perdiendo. - ¿Por qué?
– ¿Melody que te pasa?, Ya habíamos hablado sobre eso, eres una gran amiga y un gran apoyó, ¿No se supone que ya era cosa del pasado?
– El amor no se va con el paso de los días, semanas o meses, Nath. Ni siquiera los años borran un sentimiento tan grande, más si es amor puro y sincero. – Las lágrimas brotaron antes de poder impedirlo, era hora de que se fuera antes de terminar quebrandose – Si tú amas a una persona de verdad, el amor no se va con solo decirlo, aunque uno quiera permanece, ¡¿Lo entiendes o quieres que te lo expliqué?!
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♥Castiel, perdón... ¡Te Amo!
FanfictionLeer descripción: Castiel es el típico chico rebelde que después de un gran suceso se enamora del que menos lo espera... Nathaniel es el delegado principal del insti Sweet Amoris, quien reprime sus sentimientos hacia su rebelde enemigo... lograran c...