Capítulo 22

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Un silencio incómodo emvuelve la habitación y a cada uno de los presentes.

-Pero Jennifer- Dice la pelirroja en tono preocupante.

-¿Estas loca?- Reclama Jackson.

-Pero nada, algo me dice que podremos sacar algo bueno de esto, yo estoy a cargo de esta operación, así que se ara lo que yo diga- La voz de la rubia es decisivo.

-No creo que sea buena idea- Dice Thomas -¿Es por el quinto verdad?

-¿No crees que te estás apurando?- Vuelve a interrumpir Jackson.

-Confíen en mí chicos- Dice Jennifer.

Todos asiente sin estar conforme. La rubia voltea y camina hacia la puerta junto a la chica pelirroja.

-Jackson, Thomas, custodien al niño hasta llegar al cuartel- Ambos sujetos se miran entre si al oír a la rubia, suspiran y obedecen sin más.

-¡Andando!- Dice uno enpujandome por la espalda.

<<¿Niño? ¿Que era esto?>> pienso mientras camino hacia la salida.

<<¿Ahora soy un prisionero o esta es la manera de decirme que soy parte del grupo? No lo se, lo único que se, es que a donde me llevarán no me darán una fiesta de bienbedida>>

Camino hacia la puerta viendo a Thomas que va delante nuestro y siento a Jackson detrás, ambos con las armas en sus manos, sólo espero que no sea una jodida trampa y que a dónde fuéramos no me esperen con una bala con mi nombre.

Veo el exterios y siento la noche cubriendo el barrio, y la acera bajo la luz tenue de un viejo farol. Frente a nosotros hay aparcado dos autos, y uno de ellos es el taxi, el segundo auto sin distintivos peculiares.

<<Joder>> Pienso <<Maldita calentura>>

La muchacha pelirroja entra con Jennifer en el auto taxi y alguien parece llevarlas a ambas.

-Vamos, entra- Me ordena Thomas haciendo un gesto con la cabeza, suspiro y abedezco.

Me siento en los asientos traseros, Thomás va al volante y Jackson en el asiento del copiloto, no digo ni una palabra, sólo me quedo callado, esperando que todo tome el curso que deba tomar. El auto arranca tomando poco a poco velocidad.

Miro ha Jackson con desconfianza, lo veo alerta, como si el peligro esperará desde las sombras para atacar, lo veo ver hacia los costados con su arma lista.

Veo a Thomas, maneja como si no le importará atropellar a a alguien, sin prestarle atención a las normas de seguridad. Veo al segundo auto detrás de nosotros.

Comienzo a tener una sensación de persecución y mi estómago comienza a dar vueltas, no puedo creer el giro que ha dado la noche, cuando pensé que iba a terminar en la cama con una preciosidad me equivoque enormemente.

Ahora me encuentro custodiado por dos tipos dispuesto a hacerme huecos en el cuerpo con arma en cualquier momento, no tengo otra opción más que confiar y seguir vivo.

Aunque pensandolo mejor, no cambiaría este momento por ninguna mujer, mis manos pican, mi garganta se seca, siento como si alguien dentro mío gritara colericamente de felicidad, arañando mis tejidos y queriendo escapar por mi boca.

Mi rostro palpita pero no duele, seguro por la mañana no me dejarán ni ver los moratones. Siento las mejillas tiesas por la sangre que se secó sobre ellas, aparte de tener la mandíbula golpeada. Veo mis muñecas y noto ligeras quemaduras provocada por las cuerdas.

-Muy bien niño, ponte esto- Ordena Jackson mirándome una bolsa negra sobre las pierda.

Miro su rostro, este tipo no jode. Tomo la tela y me cubro la cabeza. Mi  visión desaparece y se vuelve completamente oscura, pero aún oigo.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora