Capitulo III

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Capitulo Tercero:
Cazadores.











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¡N-no! ¡DÉJAME, L-LE HABLARÉ A LA ASOCIACIÓN DE CAZADORES...!

Y de pronto, un silencio reinó.

La puerta había sido abierta estrepitosamente y el par volteó con confusión, mirando a un agitado albino que les veía mal.

— ¿¡Eh!? ¡Esto está más allá de lo ilegal! ¿¡Por qué un anciano te manosea!?

Aquel chico que tenía pinta de ser tan serio y calmado, rompió la compostura de los otros inmediatamente.

Mientras Hisoka pensaba en quién demonios era ése, fue golpeado en el rostro por la canasta del moreno, y tan pronto como lo soltó para sobar su adolorida nariz que obviamente no era falsa, el chico fue jalado por el albino fuera de esa casa tan fea.

Corrieron, corrieron tan rápido como sus jóvenes y delgaduchas piernas les permitieron, hasta adentrarse al bosque, y aún así, se sentían continuamente amenazados de que el payaso les siguiera.

Finalmente, Gon frenó al otro, apenas podía respirar y sus piernas temblaban levemente.

— E-espera... Y-yo.... No puedo... Más... —El peli verde se dejó caer boca abajo en el pasto.

— ¿Hah? -el albino se detuvo, y aunque estaba en la misma condición, tomó una bocanada de aire y luego volteó a ver a nuestro protagonista. — Pero si eso no es nada, ¿Qué tan débil eres?

Y por dentro, estaba muriendo, gritando y sufriendo.

— B-bueno, sólo soy un... Pueblerino común. Lo siento.

Eureka. Pensó el joven de ojos azules. Se agachó y le dio un par de palmadas en la cabeza a su acompañante.

— Bien, no te preocupes porque el Gran Cazador; Killua Zoldyck, te ha rescatado por fin de ese anciano.

— ¿Eres u-un cazador? -se levantó de golpe el chico, dando un cabezazo en la barbilla al otro. — ¡AY! LO SIENTO MUCHÍSIMO, PERDÓN PERDÓN, FUE SIN QUERER.

— ¡Mgh...! -el otro se dio la vuelta y cubrió su boca con una mano, se había mordido y sentía sangre por toda la boca, asquito.

— ¿Señor K-killua? -preguntó el otro con preocupación.— Lo siento. En el pueblo hay una enfermería, ¿Por qué no...?

— ¡NO SOY UN SEÑOR, CABEZA HUECA! -interrumpió el otro mientras volteaba nuevamente. Sonrió confiado mientras continuaba lloriqueando internamente. — Está bien, eso no es nada para un cazador de tan alto nivel como yo ¡He pasado cosas peores!

— ¡Ohhh! ¿Cómo qué, como qué? -los ojos del moreno brillaban y tenía tomada su canasta con ambas manos.

— ¡Puaagh! ¡Eres ridículamente brillante! -se cubrió los ojos el albino, volteando un poco su rostro.

La Manzanita verde y El Cazador [Hunter x Hunter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora