Para la que reemplazará | Todochako/Todomomo

Epílogo

Dejo la carta en el suelo del ático con sus lágrimas mojando el papel deformando algunas letras de los retazos de papel, llevo sus manos a su boca ante la dolorosa carta dirigida a ella.

Momo lloró de la impotencia, preguntándole al mundo el porque una alma tan pura se les fue arrebatada tan pronto, fue capaz de perdonar sus errores.

— ¿Momo?

Tembló al oír los pasos del hombre cerca del ático.

— ¡Tía, Tía! — la voz infantil le llamaba extasiada, con ganas de verla.

La pequeña Mitsuka, la hija de Shouto y Uravity, tan dulce como lo fue su madre, tan pura como su cabello blanco y determinada siendo heredado de los Todoroki.

Cada vez que la veía era una puñalada en el corazón, era la explosión de sentimientos negativos en su pecho y en su cabeza reviviendo el momento en que sus ojos desesperados vieron la sangre salpicando desde el pecho de la entregada heroína desvaneciéndose en el suelo con Himiko enterrando una y otra vez el cuchillo.

Respiro más de cien veces para estabilizar su voz y contestar un 'estoy en el ático' quedándose sentada la madera con los papeles a su alrededor.

Al bajar vio el altar con la foto de Ochako en frente sentado estaba el viudo orando por el alma de su amada con una sonrisa nostálgica tallada en su rostro.

Ella sabía que Shouto aún seguía amando a su esposa, a Todoroki Ochako. No importaba cuanto se esforzaba la azabache, el recuerdo de la castaña era imborrable de la memoria del de hebras bicolores.

Pero tenía confianza, era obvio que el bicolor siempre tendría un lugar para Ochako en su corazón, era la persona que amo, ahora era ella quien era la persona de su afecto no lo obligaría a olvidarse de ella por el hecho de que tampoco lo hacía.

Era una mujer fuerte, valiente, hermosa y determinada.

Por ella, no solo por sus propios deseos, lo haría feliz, también por Mitsuka.

Lo haré Todoroki Ochako.