Cuando el hilo rojo se rompe

Capítulo 4

Miroku: Abordaremos este avión.
Kagome: ¿Por qué?...
Inuyasha: Cambio de planes, iremos a Hawái.
Sango: ¿¡Que!? *Sorprendida*
Miroku: Empacaron para clima tropical y un amigo nuestro tiene 4 pases gratis, así que suban, el avión sale en 15 minutos.

Sango: Este hotel es impresionante *Alucinada*
Inuyasha había decidido que se quedarán en un hotel 5 estrellas, en la mejor suite y con una vista hermosa de la playa, en ese momento se encontraban en un bar, Sango tomaba una copa de vino y Kagome y Miroku una piña colada, Inuyasha se encontraba en la piscina tratando de convencer a Kagome de entrar con él.
Kagome: Dame un minuto, sólo terminaré mi bebida...
Televisor: Seguimos ahora con las noticias, hace dos días un avión con destino a Brasil sufrió un misterioso accidente, todos los pasajeros de ese vuelo murieron irremediablemente luego de la detonación de unos explosivos dentro de él, se desconoce al autor de los hechos.
Kagome: ¿Ese no era el vuelo en que viajaríamos hace dos días?...
Miroku; *Traga precipitadamente un trago de su bebida* Quizás se trate de otro avión.
Sango: *Asustada* ¡Claro que no Miroku! Se trata del mismo avión...
Kagome: *Se acerca al borde de la piscina* Inuyasha... ¿Tú sabías de eso?
Inuyasha: ¿De qué?... *Se limpia el agua de la cara*
Kagome: El avión con destino a Brasil hizo explosión luego de un par de horas de despegar.
Inuyasha: *Desentendido* ¿Es en serio?
Miroku: ¿Qué extraño verdad Inuyasha?
Inuyasha: Si... Es extraño...
Las dos mujeres se miraron entre sí, les parecía un tanto extraña la actitud de los dos.
Sango: ¿Ustedes sabían que eso pasaría?
Inuyasha: ¡Por supuesto que no Sango!
Kagome: Pero casi que nos obligaron a cambiar de lugar, de Brasil a Hawái... 
Inuyasha: *Nervioso* Lo único que quería era no perder más el tiempo dentro del aeropuerto, además nuestro amigo nos ofreció los boletos.
Kagome: ¿Cómo se llama tu amigo?
Inuyasha: *Sonríe* ¿Para qué quieres saber eso? No lo conoces, pero trabaja dentro del aeropuerto. Eso es todo.
Sango: Esta bien Kagome... No hay manera de que ellos supieran lo de accidente...
Kagome: Tienes razón, es una tontería a acusarlos por algo como eso *Sonríe* además nos salvaron la vida, hubiéramos muerto allí mismo.
Miroku: Ven... Estamos a salvo, eso es lo importante.

Las vacaciones terminaron, la pasaron en grande y cada vez los cuatro muchachos estaban más enamorados, Sango convenció a Kagome de acostumbrarse a su nueva vida, de salir juntas a comprar y a sus parejas les parecía genial la idea, poco a poco la idea también le agrado a Kagome, se daba la gran vida aunque cierta parte en su cabeza le decía que estaba mal hacerlo, sin embargo los otros tres le decían que ella tenía todo el derecho, especialmente ya que Inuyasha la amaba tanto y todo lo hacía con su consentimiento en cuanto a su dinero se tratase.

Inuyasha: Preciosa... ¿Dónde estás? *Ve a Myoga* ¿Has visto a Kagome? 
Myoga: Se encuentra con Sango en la piscina señor.
Inuyasha: Muchas gracias.
El joven platinado se dirigió al jardín, aprovecho la bella vista que le ofrecía su amada, estaba de espaldas a él tratando de recoger su cabello en una cola alta, vestía un bikini color negro con marcas rojas.
Kagome: Y entonces se fue... Pero es un idiota, no sé por qué no entiende que ahora estoy con alguien más...
Sango: Ese tipo nunca entiende nada... Pero tú no te preocupes de nada, mientras Inuyasha se haga cargo...
Kagome: *La interrumpe* ¡Inuyasha no sabe nada de él! Y no se lo digas o lo matara... *Inuyasha se esconde en la pared de a lado*
Sango: Pero debes hacer algo o tendrás problemas con él *Dándole un trago a su bebida*
Kagome: Lo matara... Es mejor que no le diga nada.
Sango: ¡Es un acosador! No puedes permanecer así.
Inuyasha salió de su escondite y se paró detrás de Kagome, ella sintió su presencia y se dio media vuelta de un sólo un poco asustada. 
Inuyasha: ¿Quién te acosa y porque no me lo habías dicho antes? *Enojado*
Kagome: Inuyasha... No es nadie, no tienes de que preocuparte.
Sango: *Se pone de pie* No te pongas así, tampoco es alguien muy peligroso que digamos.
Inuyasha: Díganme de una vez quien es el maldito
Kagome: *Asustada* Cálmate... Nunca te había visto tan enojado...
Inuyasha: *Se tranquiliza un poco* No quiero que nadie te moleste, sólo dime quien es para ponerlo en su lugar.
Kagome: *Se pone de puntillas para besarlo* No te preocupes por ese tipo, estaré muy alejada de él *Su expresión cambia repentinamente* deberías saberlo, ya que sólo pasó aquí encerrada. 
Inuyasha: *Suspira* Por tipos como él y otros peligros es que prefiero que estés aquí...
Sango: *Se sienta de nuevo* ¿Que otros peligros?
Inuyasha: Ninguno en especial...
El platinado dio media vuelva, besó a Kagome en la frente y entró de nuevo a la casa, antes de pasar por la puerta se giró nuevamente.
Inuyasha: Esta noche habrá una reunión aquí en la mansión, vístanse preciosas *Se termina de ir*
Sango: Estos hombres sólo se la viven en fiestas.
Kagome: Dijo que era una reunión...
Sango: Créeme, es una fiesta.