Crecimos Juntos | EXTRAS |

IF... 1 | "Positivo" (Mambar) Pt. 5

< 13 semanas de embarazo >

L U N E S

Matteo POV

Dos semanas, dos semanas nos había tomado a mí y a Ámbar ordenar nuestras ideas después de haber tomado aquella enorme decisión de conservar a nuestro bebé.

Desconocíamos lo difícil que sería, pero luego de interminables charlas, habíamos tomado importantes decisiones que creíamos serían suficientes para al menos poder ofrecerle un techo a nuestro bebé.

Lo primero y más importante era conseguir empleos, obviamente a escondidas de mis padres, aunque eso no era un problema pues para ellos, tanto como Ámbar como yo éramos unos estorbos en la casa.

Por suerte para mí, encontrar un trabajo no fue tan difícil como esperaba y todo gracias a Gastón, quien al comentarle nuestra decisión como al resto de nuestros amigos, decidió ayudarme y es por eso que ahora nos encontrábamos ambos en compañía de su padre caminando por los pasillos de su enorme corporativo.

—En verdad que no me alcanzan las palabras para agradecerle, Manuel— Dije provocando una mueca en el rostro del papá de Gastón.

—No tenés nada que agradecer, hijo... Gastón me comentó todo lo que está sucediendo y no pienso ser yo un obstáculo en tu camino— Respondió el padre de Gastón deteniéndose frente a la puerta de su oficina —Además, sos el mejor amigo de mi hijo y es lo menos que puedo hacer por vos.

—Gastón es muy afortunado de tenerlo como papá, es usted una gran persona— Mencioné causando una risa en mi amigo.

—Che, che, che... Basta de halagos que se lo va a empezar a creer— Me fue inevitable no soltar una ligera risa.

—Es la verdad— Aclaré —Desearía que mi padre fuera un poco como el tuyo.

—Igual no podés ser tan duro con tu padre, Matteo— Intervino Manuel —Él tenía puestas grandes expectativas en vos y es normal que se sienta defraudado... Claro que no tanto como para no apoyarte, apoyarlos a los dos.

—Una cosa es sentirse defraudado y otra es hacer como si yo no existiera más— Suspiré para encogerme de hombros —Pero no me interesa más él, ni mi madre... Ámbar y yo tomamos una decisión y nada ni nadie nos hará cambiar de parecer.

—Al menos me alegro que hayas tenido el valor de hacerte cargo de la situación y no huir como lo hubieran hecho muchos chicos de tu edad— Exclamó Manuel colocando una mano sobre mi hombro.

—No podría hacerle eso a mi novia... Yo la amo y es todo lo que importa ahora.

Manuel asintió sonriendo con dificultad. Sabía que no era fácil creer en aquellas palabras saliendo de la boca de un chico de mi edad pero era la verdad, yo amaba a Ámbar, amaba a nuestro bebé y era lo que me movía a seguir adelante con nuestros planes.

—¿Entonces? ¿Cuándo puedo comenzar?— Cuestioné rompiendo con el silencio que se había formado.

—Mañana mismo... Hay mucho trabajo por hacer y tengo suficiente tiempo en Buenos Aires para poder capacitarte antes de partir a Suecia el mes próximo.

—Le prometo que no lo voy a defraudar.

—Yo sé que así será... Sos un chico muy brillante y tenés un muy buen motor.

Sonreí para asentir logrando que el padre de Gastón me devuelva aquella sonrisa al igual que mi amigo.

Manuel tenía razón, tenía un muy buen motor, mi bebé y Ámbar, y por ellos haría mi mayor esfuerzo día y noche, por poder darles lo que se merecían y mucho más.