Un día en la vida de un budista

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  Dr. Alexander Berzin, Matt Lindén  

 Alexander Berzin, Matt Lindén  

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Cuando nos despertamos

Al despertar y antes de levantarnos, nos sentimos increíblemente felices y agradecidos de que aún estamos vivos, listos para enfrentar un nuevo día. Establecemos una fuerte intención de:

Hacer que el día sea significativo.No desperdiciar la preciosa oportunidad que tenemos para trabajar con nosotros mismos y ayudar a los demás.

Si tenemos que ir a trabajar, nos determinamos a estar concentrados y ser productivos. No nos enojaremos, impacientaremos o molestaremos con nuestros compañeros de trabajo. Seremos amigables con todos, pero no desperdiciaremos el tiempo de los demás con charlas frívolas y chismes. 

Meditación matutina

Por lo general, es posible que meditemos por un corto periodo antes del desayuno; unos cinco o diez minutos de sentarnos en calma, enfocarnos en la respiración y centrarnos serán de ayuda.

  A lo largo del día, tratamos de conservar la presencia mental de cómo actuamos, hablamos, pensamos y sentimos. Especialmente, tratamos de notar si las emociones perturbadoras tales como el enojo, la codicia, los celos, la arrogancia y demás, tratan de colarse. Tomamos nota de cuando estemos actuando de forma egoísta o insensible, o con auto-conmiseración y prejuicio. En un nivel más sutil, nuestro objetivo es darnos cuenta de cuando estamos proyectando historias absurdas sobre nosotros mismos, los demás y sobre la situación en general.   

  Cuando nos descubrimos actuando, hablando o pensando de formas compulsivas en cualquiera de esas maneras problemáticas, aplicamos otro nivel de presencia mental.   

  Si ya actuamos de esa forma, nos detenemos inmediatamente antes de decir o hacer algo peor. Hacemos lo mismo si nos encontramos en un ciclo de pensamiento negativo. Mantenemos en mente los antídotos   

Recordar que gritar no ayuda y tratar de calmarnos enfocándonos en la respiración, como lo hicimos en la mañana.Recordar que todos quieren ser felices y no quieren ser infelices, pero que la mayoría de las personas están confundidas y actúan de formas que producen problemas.Generar el deseo de que sean felices y tengan las causas de la felicidad.Meditación nocturna

Antes de dormir podemos hacer otra meditación corta para calmarnos de las actividades del día, enfocándonos una vez más en la respiración. Revisamos los eventos del día y vemos cómo lidiamos con ellos. ¿Perdimos los estribos o dijimos algo tonto? Si es así, nos arrepentimos de no haber sido capaces de controlarnos y, sin ningún sentido de culpa, nos determinamos a hacerlo mejor mañana. También notamos cuando hayamos manejado las situaciones de forma sabia y amable. Nos regocijamos en eso y nos determinamos a continuar en esa dirección. Después nos vamos a dormir, esperando con gusto el día de mañana para poder continuar trabajando con nosotros mismos y ayudando a los demás.

 Después nos vamos a dormir, esperando con gusto el día de mañana para poder continuar trabajando con nosotros mismos y ayudando a los demás

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