Hablando con un Ángel caído

La habían apedreado, humillado, dijeron tantas mentiras suyas, la culparon sin pruebas, por ser mujer, por ser alguien que podía curar sin pedir dinero a cambio, por no amar al Dios de esas personas, y amar a la madre naturaleza, estaba hecha pedazos, mas dentro que por fuera, y eso que le habían dejado con la nariz sangrante (tal vez rota), un ojo morado, varios rasguños y moretones en su cuerpo, hasta podría estar segura que la violaron mientras estaba inconsciente, tantos dolores en su cuerpo, ya no sabía cual era peor, pero esta segura que el del alma no lo podrá curar, empezó a sentir un gran odio hacia esas personas, era injusto ella respeto su religión, ¿porque ellos no respetaron la suya?, estaba segura que no le hacia mal a nadie, no se creía una santa, de esas que ellos adoran, pero tampoco era un monstruo, bruja como ellos le decían.

-Ellos se creen los representantes de Dios.-Una voz desconocida le habló, tan suave, que casi la hacia sentir tranquila a pesar de estar en una jaula, con las muñecas y pies amarrados, las cuerdas le rozaban y dejaban heridas que ignoraba por ahora.

Hizo un esfuerzo para saber que era aquella figura de la noche, ahora que lo piensa no esta el guardia que la debe custodiar por si intenta escapar o hacer algo contra el pueblo, recuerda bien que ese mismo guardia vino un día a verla por un dolor de estómago, ella lo ayudó y el le pago dándole una patada. -Soy un ángel caído si eso quieres saber. -Apenas se vio sorprendida, pues como no creía tanto en Dios menos en ángeles, otra vez se esforzó y empezó a notar sus alas, ennegrecidas por el fuego, hasta podía verse un hueso en la punta de estas.

-¿Que quieres?.-Preguntó la mujer desecha, dándole poca importancia si es amable con ese ángel caído.

-Ayudarte, bueno y también darles una lección a estos tipos. -Pudo notar una sonrisa en esa oscuridad que empezó a disminuir gracias a la luz de la luna.

-Por tu Dios estoy así, ellos dicen que hacen esto porque así lo dicta él. -

-Son unos mentirosos, peores que un pecador, solo desean tener poder y usan a mi padre como excusa para sus fines. -Contestó el ángel, ella era capaz de apreciarlo mejor, una túnica blanca lucía, aunque se notaba lo vieja que esta era, estaba descalzo pero a pesar de pisar la tierra sus pies no se ensuciaban, por último vio aquellos ojos verdes, como las hojas de los árboles, tenía la apariencia de un hombre joven, con cabello largo castaño y alborotado. -Aunque bueno mi padre no es del todo bueno... ¡Pero vamos, se aprovechan de su figura!. -

-¿Padre?.-

-Así es, solo que al no estar de acuerdo con el me exilió con otros hermanos, y Lucifer... Y después nos quemó las alas cuando caímos al cielo.-Ella suspiro, no quería oír la pobre historia de hijos despreciados por su padre, ahora mismo estaba lidiando con su propia tragedia. -Pero la madre naturaleza nos dio estas a cambio, e hizo que el dolor se fuera.-El Ángel caído sonrió, pues uso las palabras correctas para atraer la atención de la mujer.

-La madre naturaleza... Creí que ustedes eran seres del mal, los que guían al pecado algo así... buenos ellos dicen eso.-

-No somos malos, pero tampoco buenos... No quiero ser un mentiroso como él, por eso hablé y como castigo fui desterrado, recibiendo el título de demonio... Aunque solo soy un ángel caído.-Dijo él a la mujer. -Pero, regresando a lo importante, ¿tu la adoras no, la amas?.-Se refería a la madre naturaleza.

-Como no hacerlo, ellas nos dio todo esto, plantas, animales, sin esto no seríamos nada... Aunque según la santa biblia dice que él creo todo.-Escupio con odio, él rencor se apoderó de su corazón, eso notó él ángel caído, que triste, todo por gente que se quiere hacer de esta tierra y de las mentes de las personas, de por si son estúpidas, que les metan más tonterías a la cabeza solo hará que se tarden mas en progresar, aunque si bien lo piensa eso seguro a su padre no le molesta, pues desde el principio los quería como unos ignorantes, y además gracias a ellos recibe todo él crédito de ser el todo poderoso, creador de todo lo que hay.