Attis / Daniel (Nuevas Especies Fanfic #15)

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La pesada respiración que llena el ambiente hace que Caleb coloque una mano sobre la nuca de su hijo, quien parece capaz de matar a alguien, no duda que sea así, pero ahora lo necesita con la cabeza fría. Después de que las voraces no encontraran en las cercanías a Deo, Dora y Lua, se decidió dejar el combate para después y que todos participaran en su búsqueda, iba a ser una limpieza total en la ciudad.

Voraces y Especies listos para pelear contra quien fuera que se hayan llevado a unos "cachorros", claro que se dejó a gente capacitada a cargo de los menores. Sin embargo, a pesar de toda la preparación del plan y la totalidad de personas que se unirían a la búsqueda, Attis seguía en un estado de trance. Caleb lo conoce bien, él se puso así cuando fue llevado a pelear en aquella misión que se abordó solo, Alysia fue quien le salvo. Como le desearía que en este momento estuviera con él, no sabe cómo ayudar a su hijo.

Traga preocupado, acariciando el cabello de su hijo y este cierra los ojos, luce adolorido. Es como si acabase de salir de una enorme pelea.

— Debes estar calmado, ¿de acuerdo? No servirás de nada todo emocional. —dice, pegando su frente a la sien de Attis. El zorro suelta un quejido. —Respira. —su hijo asiente, pero no dice ni hace nada. Caleb suelta un suspiro, voltea a ver al conductor quien es Noble, el cual luce muy diferente al chico que hace años fue parte clave para que Voraces y Especies se unieran. — Iremos al centro de la ciudad, los demás iniciaran el barreo desde las afueras.

— Mi tío ya está esperándonos. —el anuncio de Demmon, quien va de copiloto, no le sorprende; es más, lo agradece. — Gael, Shark, Rubí y Kuzimu, también están ahí.

— ¿Leo...?

— Leo se quedó con Calista, no piensa dejar a su pareja después de cómo se puso.

Caleb echa una mirada a Attis, quien aprieta con fuerza los puños y cierra con más fuerza los ojos. Diablos, ver a su hijo así, le está jodiendo verdaderamente. Voltea a ver al frente, ya la ciudad se puede divisar, entonces es hora de comenzar a planear. A revisar cada una de las posibilidades que se abren frente a él, cientos de posibles combinaciones en un destino de mierda.

La primera: los tres están muertos, sin presentar signos de violencia o violación, solo una muerte rápido al tratarse de choque de contrabandistas. Segunda: encontrar el cuerpo sin vida de Deo, pero a Dora y Lua no, posiblemente llevadas a trata de blancas. Tercera: se quedan con los tres jóvenes al reconocer que son importantes y pueden obtener mucho dinero por el rescate...

Cierra los ojos, un gruñido abriéndose paso por su garganta y escuchándose verdaderamente espeluznante, matará a esos hijos de puta. Uno por uno.

Noble responde el gruñido con uno más bajo, antes de acelerar ¿acaso él se acaba de dar cuenta de las posibilidades? ¿Recordó el dolor que sufrió al ver a su compañera herida? Los edificios y demás carros pasan borrosos, no puede ver mucho de ellos y eso no le gusta del todo. Saca su celular, enviando un mensaje masivo: "nada entra ni sale de la ciudad, revisen cada carro que vean, sea sospechoso o no." No necesita que confirmen, sabe que lo han visto y que acataran las ordenes, están hartos de perder gente, del dolor que esto conlleva, así que no lo permitirán más.

Al llegar al centro de la ciudad, Noble frena de golpe justo enfrente de Nathaniel y Gael, el primero luce como si fuera capaz de arrancar ojos con las propias manos, importándole muy poco si se ensucia, el segundo luce calmado, aunque por la postura de guerrero lo duda mucho. Todos bajan del vehículo, a ellos se une otro más. Justice, Slade, Valiant y Fury, también conocidos como: los cuatro jinetes del apocalipsis.

— ¿Cerraron todo? —la pregunta de Justice viene sin más, en un tono frío que haría a la Antártida ponerse celosa.

— Sí, ahora mismo el grupo de rastro está entregando prenda de los chicos que encontraron en el hotel... No volvieron, según han notado. —Nathaniel se cruza de brazos, gracias a los genes de especies ya no tiene por qué preocuparse por la barba, sin embargo de esta forma se puede llegar a confundir con Gabriel, ya que su hermano prefería estar sin que con barba. — Salieron ayer a las diez de la noche y desde entonces no se les ha visto.