❍ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ɪɪ

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El chico de melena verde se veía exhausto: se podían apreciar las finas gotas de sudor que se deslizaban desde su frente hasta sus regordetas mejillas, con respiraciones tan inconstantes que le costaba regularlas.

— ¿Te cansas tan rápido, idiota? todavía no voy en serio, no te he dado ni una probada de lo que puedo hacer — pronunció una voz ronca con cierto tono de burla.

El contrario sonrió, quitándose así el sudor que seguía emanando de él, luego soltó una leve risa.

— Eres un poco injusto, Kaachan — poco después de terminar la oración, recibió otro ataque por parte del recién mencionado. De no ser porque el peli verde logró hacer un movimiento, esquivando así el ataque, este hubiera sido herido.

— No juegues conmigo, Deku — exclamó molesto, dándose la vuelta, listo para repetir su anterior movimiento y rematar con ayuda de la espada que traía en mano. No esperaba que "Deku" lo estuviese esperando con la misma intención.

Ambas espadas chocaron, hacían un forcejeo por derribar al otro sin lograrlo, ya que ambos estaban aplicando la misma fuerza, y parecía que ninguno estaba dispuesto a ceder.

Se miraron con rivalidad, cada uno deseando ser el que tuviera la victoria. Y hubiesen continuado con lo suyo, de no ser por un imprevisto.

— ¡Alto ahí los dos! — exclamó fuerte una voz femenina, sonaba claramente enojada.

Solo bastó que se dedicarán una última mirada en medio de su confrontación, para que ambos jóvenes soltaran sus espadas y dirigieran su vista hacia la mujer que los había llamado.

— Ahh, ¿ahora qué quieres bruja? — se quejó y frunció el ceño, seguido de esto se cruzó de brazos. Veía con furia a ambos.

— Mitsuki-san, llegó en un mal momento — se rascó la nuca para luego reír un poco.

— Izuku, Katsuki, saben que no me importa que ambos jueguen a las espaditas — suspiró — pero ¡¿tenía que ser hoy?! — se tensó nuevamente, su enojo era tal, que una vena de su sien palpitaba y sobresalía a la vista.

Los dos chicos, cada quién a su manera, se quedaron pensativos tratando de comprender las palabras de la mayor. No sabían a qué se refería, pensaron que quizás había enloquecido.

— ¿Qué tiene de especial hoy? — se atrevió a preguntar el de hebras verdosas, con cierto miedo.

La rubia pareció perder la paciencia y gritó.

— ¡TIENEN QUE IR AL PALACIO, CAPULLOS! — a este punto, del aura de la mujer, parecía emanar una enorme ola de fuego.

Tardó unos segundos, para que al menos, Izuku reaccionara y entrara en una especie de pánico.

— ¡Te dije que era hoy Kaachan! — reclamó mientras envainaba su espada y corría de momento a otro corrió hacia un lugar incierto.

— ¡Cállate! No quieras culparme inútil, es tu culpa por no estar seguro — imitó su acto y también envainó su espada, pero a diferencia de él, parecía que le daba totalmente igual ya que se quedó inmóvil y solo seguía con su típico mirar. Eso, hasta que de la nada, sintió un jalón en uno de sus puntiagudos mechones y como lo encaminaban detrás del otro.

— ¡También tienes que ir tú! — decía a gritos Mitsuki, mientras le jalaba del cabello siguiendo a Izuku.

— ¡Suéltame maldita bruja! — reprochaba completamente enojado. Pero, al final de cuentas terminó obedeciendo, claro, totalmente a la fuerza.

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ᴅᴇᴀʀ ᴘʀɪɴᴄᴇ - 〘⋆TodoDeku⋆〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora