Epifanía

31 4 2
                                    

Epifanía

La luna nos tapo, repentinamente sin que se lo pidiéramos, con aquella manta de estrellas sin igual, nos tapó de oscuridad con intervalos intermitentes de felicidad
Le debemos las gracias por guiarnos en el camino, a nosotros, los viajeros.
Hemos estado en superficies desconocidas y hemos visto paisajes recónditos, hemos experimentado, visto, aprendido, divulgado y enseñado todo lo que nos propusimos.
Hemos hecho del mañana un hoy, y del futuro un tal vez. Del pasado hemos hecho un recuerdo, una enseñanza y un maestro sin igual.
Contemplamos la epifanía del fulgor de lo que es el amor, del sufrimiento y sacrifícios que este conlleva, y del propósito inoportuno que este tiene en la vida.
Hemos juntos escapado del espejismo de la tranquilidad solemne, de las garras de la depresión, y la mentira del cuento.
Crecimos buscando donde terminaría el mundo, corriendo el peligro de que nuestro mundo llegue a su fin
Hemos saltado murallas de talento prescritas por la envidia y demostrado que su llanto alienta al dragón dentro nuestro.
Ahora, se queman con las llamas del éxito y prosperidad que latentemente iluminan nuestro futuro
Pero el tiempo no es infinito, el tiempo no se gasta. El tiempo es invertido y usado, pero jamás se gasta.
Por eso, escribo tal testamento para dejarte, con sempiterno cariño isófano
Dejando huella en tu cáliz de memoria, para eternamente presente estar
Y recordarte que me sentiré como tú te sientas, en cualquier momento, en cualquier día, en cualquier año, durante toda la vida

Dejando caer la carta, abraza el cuerpo tendido en aquella cama de hospital, a sabiendas de que el naufragio que mancha su cara no lo traerá devuelta

LAS RAÍCES DE MIS MIEDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora