Capítulo 5

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Camila POV.
Había llegado al hospital estaba muy desesperada y preocupada, Sofi era sonámbula, y esta vez había salido el departamento, nos dimos cuenta hasta que fui a llamarla para que se arreglara y fuera al instituto, no la encontré en su habitación, la puerta de la sala estaba abierta así que avise a mis papás, recorrimos toda la mañana buscándola hasta que una vecina nos dijo que esa madrugada hubo un accidente y se habían llevado a una niña de la edad de mi hermana al Angeles United Hospital, sin pensarlo me dirigí a esté mientras iba en uber decidí llamar a mis papás, pidieron que les avisara si era ella mientras que ellos buscarían en otro, al llegar a la recepción del hospital discutía con la enfermera pues ella decía que debía hablar con un doctor antes de ver a la adolescente que yo creía era mi hermana, eso me molesto mucho y comencé a alterarme, estaba desesperada, entonces en ese momento escuché una voz que me cautivo y cuando la miré fue peor.

"Pasa algo Emely?" - Preguntó a la enfermera -

En ese momento me perdí, sus ojos eran de un color verde profundo, eran muy hermosos, y al mirarme fijamente sentí derretirme en ellos, sentí mis piernas flaquear, ella sonrió y le sonreí también, normalmente esto no me pasaba, yo jamás le sonreía a alguien que acaba de conocer y menos si era una doctora, detestaba los hospitales, su rostro era muy angelical, sentía en mi estómago un zoológico dentro, mi corazón iba a mil por hora y temía que ella lo escuchara, al parecer no era la única que se había distraído, baje mi rostro un poco apenada pero mis ojos fueron a sus manos, y en ese momento lo ví, un hermoso anillo de matrimonio en su dedo anular de su mano izquierda, era casada, no se porque de pronto me sentí triste y la preocupación volvió a mí.

Lauren" - Dijo la doctora que estaba a su lado - "LAUREN" - Gritó -

"Q-Que? Q-que p-pasó Iglesias?" - Comenzó a titubear y tartamudear al intentar conversar con su amiga mientras me observaba -

"La señorita quiere ver a la paciente que trajiste esta madrugada, ella cree que puede ser su hermana" - Dijo la doctora -

"He, yo, este, claro" - Miró a la doctora y después a mí - "Como se llama usted?" - Preguntó vacilante -

"M-Mi nombre es Camila Cabello" - Dije desesperada y preocupada -

"Soy la ginecóloga Verónica Iglesias" - Dijo su acompañante - "Y ella es la doctora Lauren Jauregui" - Ahora ya sabía su nombre -

"Doctora yo quería saber si puedo ver a la niña, he buscado a mi hermana toda la mañana, y me recomendaron buscarla en este hospital ya que me dijeron que una persona de la edad de mi hermana había tenido un accidente" - Dije y ella reaccionó mejor -

"La señorita, está en pediatría, como es menor de edad esta mañana la trasladaron para esa zona, puedo acompañarla si gusta" - Dijo viéndome y sonreí internamente, no me parecía mala idea compartir más tiempo con ella -

"Claro me encantaría" - Sonreí -

"Bueno Laur, te veo más tarde, suerte" - La doctora le guiño y nos dejo solas -

"Que le encontraron?" - Pregunte a la ojiverde mientras caminábamos -

"Bueno su hermana, si resulta ser ella" - Rascó su nuca - "Ella sufrió un paro cardiorrespiratorio, hicimos lo que pudimos para estabilizarla, esta mañana salió de cuidados intensivos y por protocolo del hospital la trasladamos a está área de pediatría" - Lleve mis manos a mi boca para intentar no llorar -

"Es muy grave el estado de ella?" - Pregunté con miedo -

"Debido al golpe su hermana sufrió un paro cardiorrespiratorio, le brinde ayuda con RCP mientras llegamos al hospital, aquí logramos estabilizarla pero debo ser sincera el cardiologo dijo que las últimas 48 horas eran críticas" - Solloce - "Debe tener esperanzas su hermana esta luchando por ganar está, gracias a Dios no encontramos ningún golpe interno, solo algunos rasguños en sus rodilla y en el costado izquierdo, pero tampoco tiene fracturas, si ella logra sobre ponerse la tendremos una semana hospitalizada para estarla revisando" - Dijo una vez en la puerta de la habitación - "Adelante"

"Gracias doctora" - Sonreí sinceramente y entré a la habitación -

Al entrar a la habitación mire a Sofi en la camilla y lágrimas recorrieron mis mejillas, ella era mi hermanita y saber que tuvo un paro respiratorio me dolía mucho, ya que no estuve ahí para cuidarla, Sofi y yo éramos muy unidas, desde que nació, me encantó la idea cuando mis papás me dijeron que tendría una hermanita y ahora ella estaba aquí, tendría que esperar 48 horas para saber si sobreviviría o no, me acerque a ella y tome su mano.

"Hola Sofi, perdón por no dormir anoche contigo, si lo hubiera hecho quizás no estarías aquí" - Solloce - "Vamos hermanita, eres fuerte, se que saldrás de esta"

Escuchaba el sonido de aquella maquina, ver a mi hermana conectada a cables no era lo más sano, recargue mi cabeza en sus pequeñas manos, me sentía realmente cansada tanto física como emocionalmente, llevaba toda la mañana buscándola, sentía mis párpados pesados, y me quedé dormida.

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"Camila, Camila" - Escuche susurros, y en mis sueños miraba un ángel, un ángel con hermosos ojos verdes, a visualizar bien la imagen del ángel, me dí cuenta que era la doctora que hace poco acababa de conocer y desperté derrepente - "Tranquila, tranquila, siento mucho haberla despertado" - Mire a la mujer a los ojos, ojos en los que me perdía - "Le traje un café"

"Muchas gracias, pero no debía molestarse"

"No es molestía" - Sonrió - "Necesitamos los datos de su hermana, ella esta registrada como desconocida, también necesitamos que sus padres estén presentes"

"Claro, me imagino que por los gastos del hospital"

"No, no por eso, yo traje a su hermana aquí, el hospital no le cobrará nada" - Dijo viéndome -

"Pero"

"Pero nada, espero su hermana despierte pronto, iré a atender otros pacientes volveré más tarde a ver si ya despertó" - Sonrió -

"Gracias doctora" - Sonreí - "Le debo la vida de mi hermana"

"No tiene que agradecer, no me debe nada" - Afirmó -

Ella se marchó y yo la estaba extrañando, como es posible que conozcas a una persona hace poco y ya la extrañes de manera exagerada, no podía concentrarme en algo más que sus ojos, pero no olvidaba el hecho de que estaba casada, que afortunada era la mujer o el hombre que compartía su casa, su mesa, su cama, su vida con ella, yo me sentiría muy orgullosa de tener a alguien así, mi mirada volvió hacia mi hermana, saqué mi celular y observe una foto que siempre llevaba conmigo, una en la que estábamos juntas, deseaba con todo el corazón que mi hermana saliera de está.

La Primera Y Última (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora