-hace frio fuero, otra vez- la oigo que dice y levanto la cabeza, y la miro.
-si, el invierno se nos ha adelantado este año otra vez- le digo y ella me sonríe dulcemente.
Julie hasta en los peores momentos mantenía la calma o pretendía que la tenia.
-Todo salio bien- me dijo y yo asenti, acercándome a ella lentamente rozando nuestras narices mientras le acariciaba la mejilla.
Y me miró con sus verdosos ojos y me beso.
Sus labios a pesar de estar agrietados y secos, me parecían los mejores de este mundo. Ella continuo el beso, profundizandolo y yo en respuesta le mordi levemente el labio inferior.
El aire nos era necesario así que nos separamos, pero aún no dejamos de separar nuestras narices y mirarnos a los ojos.
Diciéndonos todo lo que no podíamos explicar con palabras.
-A veces tengo miedo de hacerte daño Edward- me dice esta y yo la miro y le tomó de la mano.
-Para mi, el hecho de que me hagas el corazón añicos, me es irrelevante.
Aún con el corazón roto, te seguiré amando Julie, aun teniendo amnesia te recordaré, porque tu eres mi motivo. No tengas miedo de hacerme daño, soy humano, soy vulnerable, soy débil; pero me enorgullece ser todo eso, porque Julie, me recuerda de que estoy vivo y de que estoy contigo, y es lo único que me importa, ¿lo sabes verdad?- le dije y me fije que esta estaba llorando.
Mierda.
-No te merezco, creo que nadie te merece Edward, eres demasiado bueno para lo jodido que esta todo, y no te importa- me dice y le seco las lagrimas y le sonrió.
-Claro que no me importa, los días aquí en este sofa, contigo son lo mejor de mi vida- le dije, llevaba meses durmiendo en el pequeño sofa que estaba al lado de su cama, a veces dormía con ella, pero otras, la mayoría, se pasaba toda la noche con dolores y no quería lastimarla.
-Me apetece un café frio- dice ella y le sonrió.
- Y a mi un Té, ¿vamos a por ellos?- le digo levantado me y ayudando la sentarse en la silla de ruedas.
Saludamos a los enfermeros que nos sonreían y pedimos en la cafetería nuestras bebidas, para después volver a la habitación.
-Julie has bostezado tres veces seguidas, duerme un rato y deja de mirarme- le dije y esta me sonrió.
- es que quiero mirarte todo lo que pueda, quiero recordar tus rasgos- me dice esta y le sonrió enternecido.
-Después me miras Juls, ahora ve a dormir, estaré aquí contigo - le digo y esta se levanta un poco de la cama.
-quiero dormir contigo en el sofa- me dice y asiento, siempre que ella dormía por el día lo hacía en el sofá conmigo, yo nunca dormía, solo la observaba y la acariciaba.
El tiempo que tenia con ella era limitado y quería aprovecharlo al máximo, ella era una cosa de la que sólo la muerte me podría privar y lo estaba consiguiendo.
-tu y yo en el sofa, otra vez- le susurro mientras se va quedando dormida en mi pecho y me abraza.
Esto era lo más cercano a la felicidad que conocíamos.
