Día 6 - San Valentín

3.4K 429 228
                                    

Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen, sólo el amor que les tengo.

---

Postre hecho a mano

Lo primero que ve Monoma al entrar a la Academia es a una chica de clases generales entregando chocolate a Shinsuo. Se acerca hacia los casilleros y comienza a sacarse los zapatos. No los aceptará —piensa— ya le gusta otra persona. Aunque las palabras se repetían muy seguras en su cabeza, su vista espiaba de soslayo la escena. La chica finalmente se aleja aún con los dulces y Shinsou se va hacia el otro lado, con expresión cansada; mientras se rasca la nuca. Monoma se da cuenta que había guardado la respiración durante todo la escena.

El resto del día pasa de forma similar. Varias chicas de diferentes clases se acercan al de pelo violeta, volviendo por donde vinieron. Con Monoma observando todo con rostro triunfal. Un par de chicas se le acercaron también —entre susurros de “seguramente nunca lo escucharon hablar” de parte de sus compañeros— pero él estaba tan concentrado en lo que haga o deje de hacer Shinsou, que ni siquiera les prestó atención.

Es el receso antes de la última clase y ve que Tetsutetsu es llamado por una chica de clase de soporte. Este se disculpa repetidas veces mientras le agradece la intención, para luego ver de forma culpable a la chica alejarse.

—Es difícil —se apena, sentándose junto a Monoma— seguramente tomó mucho valor para acercarse.

—Si tanto te entristece hubieras aceptado —responde sin más. El contrario frunce las cejas.

—Eso esta mal. Sólo me gustaría aceptar de la chica que me gusta —responde, para dirigir la mirada hacia la susodicha. Que se había alejado de la platica de sus compañeras para leer un catálogo de motos.

—Yo no me ilusionaria con eso —sigue, con una sonrisa ladeada, Monoma.

—Sólo pensé que sería lindo —dice, volviendo la vista hacia su compañero. En ese momento, al rubio se le ocurre una idea—.Talvez, Yo pueda hacer algo para ella —sonríe— ya sabes, los chicos también pueden regalar.

—Los chicos también pueden regalar —repite el rubio para sí.

Las clases terminan y Monoma “en un gesto de buena voluntad” acompaña a comprar chocolate y un par de cosas para cocinar a Tetsutetsu. En el camino también compra un par de cosas por su cuenta.

Llegan y comienzan a cocinar. Tetsutetsu leyendo una receta desde su celular, y Monoma siguiendo una de memoria.

—¿Tú también le harás algo a alguien especial? —pregunta Tetsutetsu tras poner a derretir chocolate.

—Ya quisiera —sonríe Monoma— sólo quiero ver su rostro de sorpresa y absoluta felicidad cuando le entregue mi postre— me reiré de su cara de enamorado —sonríe de forma burlona, como si estuviera preparando una broma y no un dulce para el día de los enamorados.

—Con que no le pongas nada raro… —dice un tanto preocupado.

Los minutos fueron pasando como sus compañeros fueron llegando, algunos quedándose en la cocina; para ver que se tramaban. Algunas chicas se sumaron para ayudar a Tetsutetsu —que las cosas no le estaban saliendo como quisiera— y ninguna a Monoma; que tampoco hubiera aceptado ayuda. El chiste, después de todo, era hacerlo él mismo.

Un par de minutos pasan y Kendou se acerca desde la sala para ver qué está sucediendo. Shinsou, que acaba de entrar, también va tras la chica.

Tanto Monoma con Tetsutetsu se giran al ver acercarse a la chica, cuándo el rubio ve también a Shinsou; abandona esa actitud confiada y vuelve la vista a la comida. Su rostro se torna de un tono carmín y se concentra en batir la mezcla. Tanto Tetsutetsu como Kendou notan su reacción, como a quien está dirigida.

—¿Que están haciendo? —dice la chica acercándose a sus preparaciones, Shinsou fija la vista a la espalda del rubio.

—Prueba —se apresura a decir Tetsutetsu, acercandole una cucharada con chocolate a Kendou. Ella acerca sus labios y él espera ansioso la respuesta.

—¿Le harás probar a la misma persona a quien se lo vas a regalar? —pregunta con una sonrisa Setsuna— ¡Eso le quitará la sorpresa!

Kendo finalmente prueba y se aleja con un ligero sonrojo— Está delicioso —responde con una ligera sonrisa. Para no devolver la mirada y las sonrisas pícaras de sus amigas, ni al chico que le estaba cocinando; observa a Monoma, con la idea de cambiar de tema.

—¿Y tú qué? —golpea su codo. Cuando este la observa ella le apunta con la vista a Shinsou, que se había quedado observando atrás con otros compañeros, y luego a él nuevamente— ¿Estás cocinando para alguien más?

Monoma se sonroja y desvía la mirada de a quién le había señalado. Su amiga se parte de risa internamente al verlo tener esas reacciones a quién sólo muestra muecas de burla y se ríe de los demás.

—Ya quisiera —responde en voz baja. Kendou afirma con la cabeza y se acerca para acomodar su cabello hacia atrás, con una hebilla propia. Shinsou, sin poder escuchar la conversación, se aleja.

Los postres están terminados. El crêpe que preparó Monoma fue minuciosamente decorado y tras el toque final —el pequeño dibujo de un gato hecho con chocolate que tomó del que le sobraba a su amigo— estaba listo para entregar. Ya quería ver la cara que pondría Shinsou, pensó. Sin darse cuenta de la expresión de cariño que alumbraba su mismo rostro.

Se dirige hacia el ascensor sin prestar atención a los deseos de “suerte” de parte de sus compañeros. Ni bien llega al piso sus pasos se apresuran, hasta llegar a la habitación.

¿Qué hará? ¿Como reaccionara? ¡Como deseaba ver la mirada de enamorado en su cara!

Golpea repetidas veces en la puerta y aguarda. Afirmando el plato contra su cuerpo. Poco más y empieza a saltar en el lugar de la emoción.

—¿Quién es?—Se escucha desde dentro.

—Seguro lo adivinas —vamos, abre.

Desde su cama Shinsou observa la puerta, afirmando la almohada contra su cuerpo. Tanto decir que no se acercaría a nadie, y ahí estaba. Con el corazón roto por ver a la persona que le gusta, que irremediablemente le gusta, sonrojarse por otra persona. Por una chica.

—Vete —realmente no deseaba verlo.

—Vamos, abre —siguió Monoma. Shinsou se tomó con más fuerza de la almohada. ¿Qué le diría? ¿Las buenas nuevas de que había empezado a salir con Kendou? Ya lo imaginaba, riéndose en su cara de idiota enamorado. Mierda, ¿Cómo es que cayó tan rápido por él?

—Vete de una vez —respondió nuevamente, intentando que sus emociones no se notarán en su voz.

—Shinsou -dice Monoma, afirmando con mano temblorosa el plato. Observando hacia ambos lados— por favor.

—No, no estoy interesado en lo que vienes a decir —el rubio abre los ojos, y baja la vista hasta la preparación; a la que tanto cariño había puesto a la hora de hacerla. A la que tanto cuidado le había puesto a los detalles. Shinsou lo había visto hacerlo, habría deducido para quién lo hacía.

Parece que terminó siendo otro de sus tantos rechazos de ese día. Pensó, para finalmente alejarse de la puerta.

---
Si hay algo que no me gusta es leer sobre malentendidos (salvo muy raros casos) y acá estoy XD Es la primera vez que escribo una historia con final triste, en un principio pensaba hacerla terminar diferente. Pero la historia me pidió que la dejara ahí y ella manda.
Ahora a poner las pilas en el último capítulo.

ShinMono WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora