Golpea la puerta con los nudillos de la mano derecha, y espera unos segundos, pero nadie atiende a su llamado. Se coloca la mano en el mentón con una pose pensativa, preguntándose si debería entrar. Finalmente, toma la perilla, decidido a ingresar al cuarto, y abre la puerta con cautela.
Quizás el dueño de la pieza se encuentra en otro lugar.
Asoma su cabeza por la abertura, mirando alrededor, no notando nada peculiar, y luego da un paso al frente. Una vez dentro, cierra la puerta detras de sí, con cuidado, percatándose de que el joven se halla dormido sobre su escritorio. Sigilosamente, se acerca, viendo las facciones adorables del muchacho y su cabello esponjoso. Se debe haber quedado dormido estudiando pues una libreta se encuentra debajo de sus brazos y cabeza. Una diminuta sonrisa se abre paso en el rostro del recien llegado, quien decide dejar el plato con onigiris junto al durmiente. Se asegura de no hacer ruido, pero, irremediablemente, el joven se remueve entre sueños y, lentamente, comienza a abrir sus ojos con pesadez.
Sus manos frotan sus párpados con lentitud mientras se endereza en la silla, siendo observado por el estoico joven que ha ido a visitarlo.
—Lo siento, ¿te desperté?— pregunta el recién llegado.
—No te preocupes, Todoroki-kun— dice el muchacho de cabellos rizados, otorgándole una compasiva sonrisa al aludido y mirándolo con ojos aun somnolientos—. ¿Qué sucede?
—Nada, pensé que estarías hambriento luego de saltarte la comida, por eso te he traído algo— señala los onigiris triangulares perfectamente acomodados en una hilera sobre un plato blanco.
—Oh. Muchas gracias. Creo que no estaría mal tomarme un momento para descansar.
Así, Midoriya toma uno de los bocadillos y empieza a comerlo con calma. Todoroki mira alrededor y se acerca a la cama del pecoso; se sienta al borde de ésta, volviendo a mirar al de ojos verdes.
—Realmente admiras a All Might— dice el joven de ojos heterocromaticos.
—Mh...— contesta Izuku, con algo de pena al mirar los pósters pegados en las paredes y toda la mercancía de su héroe favorito—. Sí. No puedo evitarlo. Creo que es un hombre admirable y ejemplar. Puedes aprender mucho de él. Incluso tengo notas.
—¿En serio?
—Sí— suelta una risilla avergonzada que al adverso no le desagrada.
—¿Puedo verlas?
—¿Oh? Claro. Uhm... Deja que las busque.
Shōto ve que el chico de cabello rizado deja el onigiri a medio comer en el plato, para luego girar sobre su asiento y buscar en los cajones de su escritorio. Poco después, Izuku se levanta de su silla y, con una libreta en las manos, se acomoda junto a su amigo.
—Aquí— dice, entregándole el objeto que luce bastante usado—. Son un poco sosas.
Todoroki no hace caso, pues la verdad es que hay comentarios interesantes con respecto al quirk del ex-héroe, además de acotaciones sobre su forma de pelear y cosas similares que resultan fascinantes.
—Eres muy observador— habla el de pelo bicolor, pasando páginas de la libretita—. Esto es bastante bueno. ¿Solo tomas nota de All Might?
—No. La verdad es que tomo apuntes de todos. I-incluso tengo notas sobre ti, si quieres leerlas. Espero no pienses que soy un acosador obsesionado o algo así.
—Para nada. Pienso que eres alguien que planea. Y lo haces bien— asegura, mirándole un segundo y sonriendole tímidamente antes de volverse a las notas.
—Gracias.
El joven continúa viendo los escritos de Deku, dando una lectura superficial a cada uno de los comentarios que van desde Ashido hasta Mineta. Entonces, se detiene en una pagina, leyendo la escasa información que ahí se encuentra junto a un dibujo simple.
—¿Por qué hay tan poco de Togata?
—Oh. Bueno. Hace poco que empezamos a hablar y no he tenido mucha oportunidad de observarlo con detenimiento en pelea. Además de que ahora ya no tiene quirk.
Shōto clava sus ojos heterocromaticos en el joven a su lado, percatándose de que este se mira las manos con un deje de tristeza y decepción.
—No es tu culpa— dice, ocasionando que Izuku que sonría con dolor.
Pero él siente que así es, porque Mirio era un prospecto para ser el heredero de One for All, y le quitó esa oportunidad. Ahora ya no tiene kosei y no será un héroe en un futuro cercano, al menos no hasta que descubran cómo usar el quirk de Eri.
Mirio es una persona brillante, agradable, simpatica, energica, positiva, obstinada y que siempre da lo mejor de sí. Es increible, pues ni si quiera ahora se deja hundir por el peso de la situación. Sí, Midoriya lo admira tanto como a All Might, pero, sobre todo, le gusta.
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Sentimientos por la Luna
FanfictionEl Sol estaba enamorado de la Luna, pero ella no sabía que brillaba por él.