Heridas

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Alerta de spoiler: situado en el capítulo 692 del manga.

Oficialmente este fic pertenece a la OkiKagu Week en español del tema de celos, no sé si llegue a expresar bien los celos o solo quería descargarme ante ciertas cosas, extra oficial pertenece a la campaña Ramé comenzada por Frany Fanny Tsuki (te lo agradezco bella) y bueno por algunas circunstancias externas a mi agenda no podía tenerlo antes, espero que les agrade.

Advertencia: no apto para sensibles por algunos temas, puede contener ligeramente gore y lime  

Disclaimer: si son personajes de Sorachi que pertenecen a la Jump, este capítulo pertenece a la WSJ

-En estos momentos no podemos quedarnos atrás para ser otros intrusos en este país – le había dicho el castaño a los dos miembros de la Yorozuya, mientras los demás transeúntes corrían a refugiarse después de que la terminal, símbolo de Edo, fuera destruida.

De alguna forma, Okita Sougo se mantenía adelantado a los hechos antes que esos dos, y les informaba de toda la situación con su habitual serenidad. Por alguna razón, que ya no era de sorprenderse, siempre encontraba las miradas de asombro de aquellas personas y por supuesto sabía dónde podría encontrarlos, especialmente a esa mujer.

Shinpachi era el único que siempre le contestaba o le hacía más preguntas, mientras que Kagura solo miraba sus carmínes mientras escuchaba todo lo que tuviera que informarles." Mierda, esa chica ha estado muda y quieta todo este tiempo, tú no eres así China." A Sougo le hubiera encantado provocarla como en los viejos tiempos, como en su reencuentro, pero lo cierto es que ahora tenía que salvarlos para cumplir con traer a cierto protagonista a escena.

El mafioso sintió los pasos de la policía de esta nueva era, porque esos farsantes no son el verdadero Shinsengumi.

-¡Oigan ustedes! ¿Qué hacen aquí? –les gritó uno de los oficiales.

Sougo fue el primero en actuar, debía proteger esos dos a como dé lugar para poder reunirse nuevamente. Había escuchado gritar a Shinpachi y los ojos azules de la bermellón revelaban una preocupación hacía su persona. Sougo le dirigió una sonrisa indirecta asegurándole que todo iba estar bien y él iba a crear una escapatoria para ellos tres.

Con sus gráciles y rápidos movimientos ya había derribado unos cuantos en un abrir y cerrar de ojos y bastaba ser la distracción ideal para salir huyendo, antes de que fueron atrapados por esas falsas autoridades e incluso creyentes Joui traidores a Katsura, dio un salto por los aires, alejándose de todos ellos.

-¡AHORA, CORRAN! –les gritó a la Yorozuya habiendo creado la oportunidad perfecta para escapar.

Ambos obedecieron enseguida y lo siguieron junto con los enemigos detrás. Okita tenía que encontrar un escape rápido para perderlos de vista y resguardar a esos dos. Por suerte, no iba a esperar mucho a cumplir su objetivo, escucho una explosión detrás seguido del rugido de un carro oficial que se puso en medio de su camino.

-¡Suban! –gritó el conductor. Los tres abrieron los ojos sorprendidos. Era Hijikata.

Con muy poco tiempo para pensarlo dos veces. El castaño subió enseguida al asiento del copiloto, mientras Kagura saltaba encima de él y Shinpachi apenas había abierto la puerta trasera pero Hijikata ya estaba pisando el acelerador desenfrenadamente, yéndose lo más rápido posible y dejando al de anteojos volar un poco su cuerpo mientras se aferraba a la puerta.

-¡Toshi! –le dijo eufórica la bermellón.

-¿A quién llamas Toshi, mocosa? –le contestó el de fleco V

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