2.- Los Nuevos Planes

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Halloran estaba sentado en frente de una mesa redonda, lo suficientemente redonda para parecer mesa de cocina, tenia una expresión seria y un rostro que parecía de cartón; sus labios eran gruesos, sus ojos apagados en un negro lo suficientemente oscuro para no divisar sus pupilas, esos ojos ya no suplicaban, ahora ordenaban.

- tome asiento Christina. Extendió su brazo gordo hacia la silla y la señalo como si estuviera haciéndole una reverencia.

- lo are señor Halloran. Atrajo la silla hacia ella luego se sentó y bruscamente se corrió hacia adelante.

Por un momento hubo un silencio incomodo en el despacho de Halloran, que fue inmediatamente interrumpido por el mismo que le ofrecía café a Christa, ella se negó cordialmente con un -no muchas gracias- al instante Halloran pensó ( lo necesitaras luego de lo que te voy a decir ). la conversación duro al menos 2 horas, dos malditas horas en las que Christa espero, espero y espero la palabra clave (ESTAS DESPEDIDA)-(ESTAS DESPEDIDA)-(ESTAS DESPEDIDA), la palabra retumbo mas de 10 veces en su cabeza, pero aun así no llego a sus oídos.

Pero ¿que paso? si no fue despedida entonces ¿que rayos paso? Simple a una persona inteligente como Halloran, nunca se le ocurriría despedir a su mejor trabajador, el pensaba ( son 3 años, solo 3 malditos años de decaimiento para ella, solo hay que esperar mejorara, yo lo se ya mejorara.) por su cabeza pasaron 2 de los títulos menos vendidos de Christa.-Una Canción Para Gorriones -y- Hamatora de una cripta. Eran terriblemente pésimos, aburridos en todo su aspecto, la ciudad y sus problemas retenían todo intento de Christa para escribir, ella misma sentía que su imaginación decaía cada día mas, claro si los demás no podían resolver sus problemas menos ella misma y eso que ella era de las que pensaba ( no dejes que los demás hagan lo que tu mismo puedes hacer ).

Vaya conversación tuvo Halloran con Christa, una platica que tenia emisor mensaje pero no receptor o al menos no parecía tener receptor, esas dos horas de lo que parecía una conversación pasaron tan rápido para Christa, para ella era como leer un libro escuchando música, habían momentos en que uno se perdía en la música y no en lo que se leía, lo cual era muy raro, ya que no había música ni una lectura de la cual se podría perder. Aun así ella estaba muy atenta de la palabra clave ( Estas despedida ) la cual aun que no llego la dejo en estado de alerta, para ella solo bastaba con responder un; si, claro, okey, lo mismo pienso, bueno, etc, ( NO BASTO )

- no quería tomar estas medidas Christina, pero creo que lo necesitas, estarás mucho mejor de lo que estas ahora. Dijo Halloran con las dos manos entrelazadas como un nudo, un nudo verdadero, no se distinguía mucho entre si oraba, o acababa de terminar un trato con un empresario multimillonario.

- “ujum”. Christa miraba al vacío, se le notaba a simple vista que no le interesaba ni una una pizca de lo que hablara Halloran, el también lo noto.

-Christa, Christa, me estas escuchando. Sacudió el hombro de Christa suavemente con una mano, Christa se había quedado dormida con los ojos abiertos, una habilidad que adquirió con el tiempo, todo gracias a las clases privadas aburridas que tuvo que recibir, por sus dos años fuera del instituto, razones lo suficientemente “privadas”.

Esta vez Halloran tardo solamente tardo 30 minutos en explicarle todo sin tantos detalles ( eso le convenía en exceso a si no tendría que hablar tanto sobre “la casa”).

Christa lo miro detenidamente y mil ideas pasaron por su mente ( que mas puedo hacer, Kathe no lo soportara pero aun así lo necesito, no puedo rechazarlo, mi trabajo esta en juego, un cambio de ambiente por 3 meses, adiós a la “maldita ciudad”, mi hermana se puede hacer cargo de mi padre, no le puede fallar a sus enseñanzas religiosas, necesito un descanso de todo esto, esto es perfecto solo 3 meses fuera de esta maldita ciudad sin ningún problema alrededor mio )

- ¿Estas segura? ¿estas muy segura? Christa se que esta no es una decisión muy fácil, pero si tienes algún problema, si tienes alguna queja házmelo saber por favor. Halloran estaba un poco exaltado no podía creer que Christa respondiera con un “SI” tan rapidamente.

-Si estoy segura señor Halloran, tan segura de que mi primer nombre es Christina y mi apellido Rivialle . Claro que Christina habia dudado por un momento, podriamos decir que en ese momento la que hablo fue Christa, no esa tal Christina que rara vez hablaba.

-entonces deberias a listar tus maletas ya que en 1 semana partira el vuelo. Dijo halloran con una voz simpatica pero al mismo tiempo seria y sin dejar de ser aspera.

-pe... pero señor Halloran aun no tengo el dinero suficiente para costearme el viaje. Miro a Halloran preocupada no tenia dinero para costearse el viaje ni para el suministro de alimentos que necesitaria 3 meses, para alojar en esa casa.

-ja ja ja ja ja ja ja... no necesitaras nada de eso, la editorial lo pagara todo, acaso ¿crees que te obligamos a hacer un viaje y no lo pagamos?. Halloran volvio a reir pretenciozamente.

- Claro. Dijo Christina riendo disimuladamente.

Luego de 30 minutos de conversación, después del café que Halloran ofreció nuevamente, Christina recogió las cosas que dejo Halloran para ella, entre ellas la dirección de la casa, como llegar hacia ella, unas bonitas fotos panoramicas de la casa y sus alrededores, los números de el y una empleada que mantendra la casa mientras ella esta hay y finalmente un 2.500 dolares para la mercaderia y cosas que necesite en su estancia en su “nuevo hogar”.

- Hasta luego Christina nos vemos en 3 meses cualquier problema o cosa que necesites me llamas al numero que te deje. Halloran la miro amablemente le iso un gesto con la mano, un “adios” inmediatamente penso ( te dije que necesitarías el café ).

camino el largo pasillo de regreso, paso por la sala de espera y miro a la secretaria la cual ya no tenia un chicle en la boca, ahora tenia un moldadiéntes,el cual pasaba de un extremo hasta otro solo usando sus labios, Christa sonrío y amablemente le dijo adios solo exprezandose con sus labios porque ninguna palabra salio de su boca, la secretaria la miro un instante, sonrío y luego bajo la mirada y se concentro en la proxima persona que debia llamar para el señor Halloran, en el instante que las dos se miraron dos pensamientos se cruzaron de forma inmediata era óvio para quien eran ambas ideas, para ellas mismas ( adiós vaca raquitica ), ( adiós perra piojosa ).

Debris HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora