One Shot

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Era lunes, mitad de año y YouMi salía cansada de una larga mañana de estudio. Estaba en primer año de preparatoria. Por lo que aún le esperaban dos años y medio más de estudio. Le gustaba estudiar, era de hecho, la primera en su clase, todo en su vida seguía un orden, pero como toda adolescente algunas asignaturas no entraban en su cabeza por más que quisiera.

Ese día tendría que estudiar sin descanso si quería pasar el examen que le esperaba el martes. Le gusta la química, pero memorizar cada uno de los elementos en la tabla periódica le era complicado. Era más sencillo el tener que aprenderse formulas y estructuras, pero, por qué la tabla periódica, nadie le preguntaría en su vida cotidiana sobre cómo se representaba el helio o el hidrógeno según la tabla periódica.

Como todos los días de su poca interesante vida. Se dirigía al café de su hermano. Cada segundo era lo mismo. Salía de la preparatoria a las 12:20 meridiano y llegaba al café a las diez minutos después, 12:30 meridiano.

Ese día estaba atrasada en su "agenda" estaba 15 minutos retrasada. Se había quedado al terminar las clases con su maestra de curso. No olvides esto, haz aquello, estudia... Si no tendría nada interesante o importante que decir... por qué robaba 15 minutos de su vida. 15 minutos que los estaría aprovechando para dormir o para estudiar para el estúpido examen de química que tendría el próximo día. Era la primera en su clase, sí, pero como toda persona, ciertas asignaturas requerían de un esfuerzo extra.

¿Por qué era tan controladora a la hora de salir de la preparatoria? Bueno pues, porque exactamente a las 12:30 del medio día, las carreteras comenzaban a llenarse de autos, y cruzar la calle era frustrante a esa hora, puesto que el café se encontraba en una zona muy transitada.

Ahí estaba YouMi, esperando a que el semáforo se pusiera en rojo para los autos, y verde para los transeúntes. Su vista fija en... nada... como cada día.

El reflejo de un auto en sus ojos hizo que esta parpadeara varias veces. Fijando su vista en un chico que se encontraba al otro lado de la calle. No era muy alto, pero tampoco era muy bajo. Se podría decir que era de su misma edad. Más alto que ella. Su tono de piel parecía bronceada al natural, no era como aquellas personas que abusaban de las cremas bronceadoras, del sol y de las cámaras bronceadoras. Su mirada era profunda.

YouMi estaba absorta en aquella figura, que pronto comenzó a avanzar. Un pequeño empujón la hizo volver en sí. El semáforo ya había cambiado y ella ni cuenta se había dado.

Paso por su lado, viéndolo de reojo, caminaba al lado de otro chico. Oh Dios, que sonrisa tan hermosa. Al llegar al otro lado de la calle se giro un poco para poder divisarlo un poco más de tiempo.

Siempre se sentaba al lado de la ventana, le gustaba que el calor del sol la acogiera mientras disfrutaba de la comida que degustaba cada día. No era la mejor vista al exterior, sólo se divisaba el pequeño parqueadero del café. Pero si al interior del café, ya que podía ver cada una de las mesas del establecimiento. Parte de su día consistía en eso. Observar a las personas mientras su hermano cerraba el café e iban juntos a casa. Ocupados empresarios tomando un refrigerio rápido. Personas solitarias estudiando. Grupos de adolescentes disfrutando. Parejas en una cita.

Eran dos pequeñas mesas situadas cerca de la cocina. Una la ocupaba YouMi, y la otra, un chico, que iba regularmente al café, llegaba entre las dos de la tarde a las tres de la tarde. El chico se sentaba dándole la espalda a YouMi, espalda con espalda. YouMi nunca había girado a ver de qué se trataba esa persona. Sabía que era un chico, cada que veía de reojo hacía atrás podía ver su amplia espalda. Su hermano JunMyeon era quien atendía siempre al chico, su voz era gruesa pero a la vez era suave. Nunca le había preguntado sobre el chico, sobre su apariencia.

Stranger || EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora