Capítulo 5

6 1 0
                                    

Cuando la noche caia sobre el oceano y Adam volvia a su hogar, Noria descendia en la profunidad de su hogar y su apariencia cambiaba. Ya no era el niño dulce con cola de pez. Aunque los colores eran mas sombrios y acordes a los ojos azules brillantes, el rostro y el cuerpo eran de un adulto joven. Él no sabia cuanto tiempo estuvo bajo el agua. Miles de años, quizas mas. Tuvo que adaptarse a la nueva vida, porque antes de la oscuridad, existio la luz. Es siempre el mismo inicio.

La piel azul perdia tonalidad hasta quedar en gris perlado, tan parecido al enorme tibruon que apareció, ciego y manso, buscando el afecto de su amo.

-¿Te alimentaste hoy? ¿Que comiste? - Noria acaricio la boca abierta, los dientes de la mandibula inferior faltaban en algunos huecos. El tibruon debio luchar por la carne - Fue algo grande. ¿Un humano o una ballena? - el dedo que quito de entre los dientes, lo hizo sonreir cinico y satisfecho.

- Buen chico. Siempre estoy orgulloso de ti ¿lo sabias? - el tiburón lo rodeo, como un perro afectuoso antes de volver a descender entre las rocas del lecho, siguiendo los radares naturales de su cuerpo.

Él sentia la soledad. Era pesada, tenebrosa. Noria no tenia a quien acudir en cualquier necesidad y quienes conocio hacia mucho eran parte de sus recuerdos nostalgicos. Un tiburón no da calor en el corazón. Un amigo no dura para siempre. Triton tenia tres años y muchas cicatrices en el cuerpo. Si sobrevivia a los cazadores y mamíferos como las orcas, viviria un periodo de tiempo que para Noria, solo podian resultar segundos en una eternidad.

Adam calentaba su corazón. Ll recordo de repente y parecio una herejía, traer a la mente algo tan hermoso y satisfactorio en un ambiente tan desolado. La cueva de Noria estaba escondifa en una gruta marina. Quienes acudian, eran otros seres como él, buscando una solucion. Sirenas, selkies, tritones y ninfas. Todos ellos buscaban conseguir poder, amor, destruccion. Noria estaba desilucionado de todos. Pedian deseos egoistas con increible facilidad.

Por eso, despues de un tiempo, Noria empezo a hacer tratos. Un deseo a cambio de algo importante. De lo mas hermoso que pudieran poseer.

La voz. Las escamas. El poder de transformar. Cada don, él los guardaba en pequeños cofres magicos.

Al cabo de un tiempo estaba lleno de cofres, y se canso de trabajar para obtener tan poco.

Por eso subió a la superficie. Porque la vida alli, era de colores. Cálida. El cielo azul lo fascinaba. Ejercia una atraccion insuperable y nostalgica. Como si -

En fin, él subio y el nene estaba ahi. Noria nunca habia visto un alma tan pura. Y vieja y oculta. Olfateo el linaje antiguo, de quienes llegaron de la estrella polar hacia mucho tiempo. De inmediato intuyo muchas cosas sobre Adam. Él era brujo, vio demasiado.

El niño lo atrajo. Hacia mucho tiempo que no veia un hombre lobo puro. Lo uso como una excusa al aburrimiento. Pero al dia siguiente, retornaron al mismo lugar y Noria continuó adoptando la forma de un niño para no incomodar a Adam. Además conocía a las lobas. Extremadamente protectoras con la cria, lo perseguirian por todo el infierno si lo consideraban una amenaza.

Noria no era amenaza para Adam. Adam lo consideraba lindo y lo escuchaba. Noria no mentia cuando contaba sobre su vida como sirena y Adam lo consolaba cuando veia esa sombra de tristeza melancolica. Deseando volver al principio, cuando las cosas no eran tan malas.

Ascendio de nuevo, Adam no estaba allí. Imaginarlo calido y seguro, al resguardo de su hogar, lo enternecio. La playa oscura, no emitia ningún sentido. Sin Adam, era otro pedazo de tierra emergiendo del agua.

Pero Adam no estaria para siempre. Crecería y olvidaria. El amor de ahora quedaria desvanecido. El amor no es para siempre.

Noria deseaba lo contrario. Ser amado, reconfortado. Poder ser infantil y caprichoso y consentido. Y amar. Amar con toda el alma y sentir gozo y felicidad.

No era pedir demasiado.

♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora