Sentía como si mi cuerpo se partiera en dos, como si mi corazón se rompiera en dos mitades, y como si mi alma, se quebrara en miles de pedazos tal cuales a los de un vaso de cristal tirado desde un quinto piso.La depresión iba de mal en peor con el transcurro del insufrible tiempo. Cada segundo, hacía que mi horrosa vida fuese disminuyendo, quedando así menos para la hora de mi muerte.
No quisierais saber lo terrible que me siento al terminar con Kim SeungMin; el amor verdadero que nunca llegué a lograr tener para toda la eternidad. Él fue alguien de mismísima importancia al igual que especial y valioso para mí. Pero lastimosamente... Cayó en coma trás una caída tonta que terminó dependiendo de su vida. La esperanza de que despertara con su memoria intacta, era una en un millón.
Los días siguientes después de enterarme fueron peores, pues lloraba como billones de lágrimas cada 24 horas. El dolor en mi pecho era imposible de hacerlo desaparecer, mucho menos el del órgano que me da vida; una gran cicatriz se había formado ahí.
Aunque haya transcurrido casi dos años de su accidente, todavía me siento tal cuales las primeras semanas. Recuerdo que iba todas las tardes a visitarle, observando su pequeño y frágil cuerpo entero de aparatos que le facilitaban la supervivencia. En aquellos momentos lo único que hacía era llorar sin consuelo tomándole de la mano hasta que las horas de visitas terminaran. Hace ya cinco meses que no voy para no hacerlo más sintiendo mi corazón comprimirse, para que a mi cabeza no vuelvan esos recuerdos felices cuando eramos novios...
Eran las ocho y media de la tarde, el cielo estaba oscureciendo mostrando los últimos rayos solares del sol mientras este bajaba por el atardecer para dar presencia a la oscura noche y a la luna. Yo, caminaba junto la leve penumbra que se estaba mostrando en mi camino a casa. De repente, en todo el silencio suena mi móvil avisando de una llamada entrante; sin ganas lo pongo en mi oreja luego de dar al botón verde.
- ¡HyunJin, ven rápido al hospital! ¡SeungMin abrió los ojos! - la voz de Félix se puso nada más pulsar.
Su comentario me sorprendió al instante a la vez que mis pupilas y boca se expandieron y mi cuerpo comenzara a temblar.
Sin dudar y dar vueltas al asunto, colgué al australiano girándome a la velocidad de la luz dirigiéndome para el hospital.
Minnie había despertado, él ha podido volver al mundo después de dos años. Estaba feliz, pero también con miedo de que no me reconociera. Su golpe causó daño al cerebro, específicamente a la parte de la memoria. Él podía recordar todo o nada de su vida. El doctor dijo que tardaría bastante en recuperarla o nunca si no lo lograba. Sería una terrible pesadilla eso.
Mis piernas dolían de tanto correr, la respiración me dificultaba seguir el ritmo rápido, pero yo no me rendía y aguantaba. La distancia entre el gran edificio y yo, iba disminuyendo quedándome menos trayecto.
Llegué a la puerta sudando, con la boca abierta respirando agitado. Antes de entrar al sitio, seque mi frente e intenté calmarme mentalmente y físicamente ante lo que me ocurriría ahora.
Mientras andaba hasta la habitación asignada de SeungMin donde ha estado todo este largo tiempo, me preparaba. Lo único que no cesaba de molestarme, era el simple hecho de los alterados latidos de mi propio corazón. Solté aire en la puerta y toqué con el puño tres golpes para luego agarrar el manillar y adentrarme.
Entonces sucedió.
Aquella mirada dulce y atenta que muchas veces me encontré, conectó con la mía. Sentí como si todo alrededor mío, desapareciera quedando nosotros dos solos. Entonces, no pude evitar que las lágrimas de felicidad salieran.
- Mi bebé, mi amor... - diciendo la verdad, no me importaba si había conseguido reconocerme, porque ya estaba aquí.
La gran necesidad de abrazarle fue gigante, por lo que no resistí en acercarme y envolverle en mis brazos con delicadeza. Él no me lo devolvió.
- Te extrañé demasiado. - le dije acariciando su cabello llorando en silencio.
Analizando la situación, mi intuición decía que estaba en lo cierto con lo que pensaba anteriormente.
Me fui alejando sintiéndome aterrado por la reacción que tendría, no quería ser rechazado.
Vi su cara de nuevo observándola mejor con detalle. No había cambiado. Mi niño no lo había hecho.
- Félix hyung... ¿Es él de quién me hablabas? - ni su preciosa voz lo había hecho.
No hubo respuesta por el mencionado, pero oí la puerta. Suponí que había salido para darnos espacio.
Ya por lo que escuché, perdió su memoria. Eso hacía dolerme en un lugar en concreto.
- ¿HyunJin, no? - asentí bajando la mirada al suelo herido. - Félix ya me ha hablado sobre ti. - este tonto es un entrometido.
- Le odio, yo quería contártelo. - solté molesto y con un bufido sin querer.
Su tierna risa apareció junto una sonrisa.
- Sólo me ha dicho que eres mi mejor amigo... ¿Pero por qué me has llamado amor y bebé cuando has entrado? Curiosidad. - ahí me arrepentí demasiado de habérselo dicho.
Avergonzado, noté calor en mis mejillas subir. Mordí el labio inferior levemente.
- E-eso... Me odiarás si te contesto. Mejor que no lo sepas aún. - jugué con mis manos detrás de la espalda.
- ¿Y por qué? ¿Tan malo es para odiarte? Se supone que los mejores amigos nunca se enfadan y se apoyan en todo. - ladeo un poco la cabeza otra vez curioso.
Mierda, ¿y ahora qué? ¿Con qué debería de responderle? Estaba tan nervioso que no asimilaba lo ocurrido con normalidad. Tantos años con él sin contar los dos últimos, que debería de conocerle mejor que a mí mismo.
A punto de abrir la boca para articular, me interrumpió y sorprendió cuando tomó el cuello de mi camisa, me atrajo a él y atrapó mis labios en los suyos. ¿Qué rayos...?
- Eres demasiado fácil de engañar, Jinnie. - su risa escandalosa resonó por las paredes y el cuarto pequeño.- ¿Cómo me olvidaría de mi hermoso novio? Aunque hubiese estado más tiempo en coma, nunca, creo borrarte de mi mente. Todos los días aparecias en mis sueños igualmente, así que de ti, jamás lo haría. Hasta cuando desperté lo primero que dije fue, ¿dónde está HyunJin? Te echaba realmente de falta, amor. - ni sabía cómo tomarme eso.
Me había pegado el susto más grande de toda mi existencia el maldito. Entonces, le di un pequeño golpe en el hombro.
Gracias a él, ya no tendría la depresión de vuelta.
- Idiota, eres un idiota. Me has hecho sufrir en segundos a demás de asustarme. No vuelvas a irte de mí, te quiero y querré para siempre a mi lado, bebé. - sintiendo gotas bajar por mis pómulos, abracé su cuerpo débilmente para no causarle daño.
- La tragédia acabó, no hay por que seguir llorando. Y yo, de momento estoy bien, pero me quieren unos días más internado. Espérame con ansías. - besó mi mejilla y sonreí menos preocupado.
Al final el destino ha sido bueno conmigo, se lo agradezco.
Parte especial 1: Epílogo; hecho ✔
Parte especial 2: Final alternativo; hecho ✔
Hey, cuánto tiempo~
Vengo con el segundo especial de la historia, espero que os haya gustado. La verdad pensaba hacerlo más trágico, pero para no haceros sufrir he decidido ponerle un final más o menos bueno xd.
Por cierto... El comeback ha sido perfecto :'v Nuestros bebés se han esforzado demasiado, ay.
Y, y, y, no tengo ninguna idea para los otros especiales que me quedan, ayudarme :c
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Dulce Aroma. →HyunMin←
Literatura FaktuHwang HyunJin, el chico más lindo de su clase, es opacado por el nuevo alumno. Kim SeungMin, siempre lleva consigo un aroma único impregnado en su piel.