*Inglaterra, tres años atrás*
Draco se presentó en Londres cinco días después de la huida de Ginny. La joven no podía creer que hubiera ido detrás de ella, ni mucho menos esperaba que se enfadara tanto como se enfadó.
—¡Una nota Ginevra Molly Weasley! ¡Me dejaste una nota! ¿Qué soy yo para ti, un amigo o el lechero?
La joven contrajo el rostro, aguantando como podía la lluvia de sensaciones.
—Si te hubiera dicho que me iba habrías tratado de detenerme —dijo intentando hacerlo comprender. Bajó la vista y se giró hacia la ventana del apartamento que había alquilado— Lo siento de verdad. Draco, siento haberme ido así, pero es que no podía aguantar seguir allí ni un segundo más.
Su voz sonaba temblorosa, y de pronto su amigo se sintió mal por haber llegado gritándole. Se quedó callado un buen rato, pero finalmente se acercó por detrás y le puso la mano en el hombro, apretándoselo ligeramente.
—Perdóname por haberme puesto así. Dime, ¿cómo te encuentras ahora?
La joven se volvió hacia él y sacudió la cabeza suavemente.
—Draco, podías haberme preguntado eso por teléfono, te habría salido más barato.
—Olvídate del dinero. Estaba preocupado por ti. Cuando leí la nota, no supe que hacer, necesitaba verte.
Ginny lo miró conmovida e incrédula. Así era Draco, había cruzado medio mundo únicamente para asegurarse de que estaba bien. Esbozó una pequeña sonrisa, pero, aunque quería abrazarlo, se quedó donde estaba, abrazándose a sí misma.
—Lo siento, no quería preocuparte. Es que necesitaba... alejarme de allí lo antes posible.
—¿Por Theo?
La joven volvió a darle la espalda, contemplando cómo llovía fuera.
—En parte.
—¿Y por qué más? —cuestionó Draco.
—Porque necesito averiguar qué quiero hacer con mi vida —inspiró profundamente y se giró hacia él—. Necesito tiempo, tiempo para descubrir quién es en realidad Ginny Weasley y qué es lo que espera de la vida. Hasta ahora he sido la pequeña Ginny de papá y mamá, tu Ginny, la Ginny de Thodor, pero no estoy segura de saber quién soy para mí.
Los verdes ojos de Draco escrutaron los suyos.
—Pero... piensas volver a casa... ¿verdad? —inquirió esperanzado.
—Algún día —Draco se entristeció con su respuesta y trató de recomponerse para hablar.
—Prométemelo, Weasley.
—Te lo prometo Malfoy –a lo que él solo asintió y la volteó para abrazarla con mucha fuerza y susurrarle sobre su cabello.
—No olvides que siempre cuentas conmigo pequeña, yo siempre estaré para ti Weasley, siempre! –y abrazados se sumergieron en un cómodo silencio que sólo los mantuvo unidos. Draco dolido por su amiga quien se mantendría lejos, a quien sabía extrañaría a rabiar y Ginny con el corazón roto pero consolada por los únicos brazos que quería la rodeasen ahora, su mejor y gran amigo Draco Malfoy.
*Volviendo al Presente*
Luego de que llegaran del Pub cada uno se fue para sus respectivas habitaciones. Ginny no había vuelto a dirigirse directamente a Draco, aunque no quería sentirse de ese modo, internamente tenía un enojo inexplicable. No era que estuviera enfadada por aquella ridícula apuesta que le había propuesto Theo. No, era más por el hecho de haberse sentido celosa ante la idea de imaginar a su mejor amigo con otra mujer, haciendo la clase de cosas que ella estaba ansiosa por hacer con él, la clase de cosas en las que no podía dejar de pensar.
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Desafío de Amigos |ADAPTACION|
FanfictionDraco Malfoy y Ginny Weasley llevaban toda la vida siendo amigos, pero el juego infantil empezó a volverse peligroso cuando él la desafió para demostrar que creía tener la razón. ¿El gran problema? Ella aceptó ¿Que dificultades enfrentarán? Portada�...