Era y sigue siendo el amor de mi vida

Única Parte

Era el amor de mi vida, la primera mujer con la cual pude ver un futuro juntos, y por una simple tontería la he perdido para siempre.

Si tan solo tuviese otra oportunidad para enmendar ese grave error, ella estuviese aquí conmigo, y no en una urna a punto de ser encerrada para siempre en esas cajas de madera.

FLASHBACK

-Es nuestro jodido aniversario, 5 jodidos años de casados Hoseok, y así como si nada quieres irte a Japón, pensé que simplemente te abstendrías de todo esto pero veo que la respuesta es obvia - entro a nuestro departamento iniciando eso como conversación, si había encontrado el contrato firmado hace unos días, pero hoy simplemente la bomba ha explotado, con tantos días por delante y este ni siquiera tuvo la decencia de decírmelo solo porque si- ¿quieres irte?- le miro enfrentándolo, se que este no me responderá, si bueno su trabajo de modelo tiene mucha demanda, pero es por eso mismo que decidimos el casarnos principalmente, durante el primer año la agencia fue un poco considerada, dando poco trabajos en el exterior como para que el disfrutase un poco de su reciente vida de casado, pero ahora a pocos días de nuestro aniversario número cinco, a poco tiempo de nuestro viaje de aniversario este ha recibido un contrato por un año en una agencia de ropa en Japón, y claro el contrato ya firmado- Vete a la mierda Shin Hoseok- es demasiado tarde como para detenerme, salgo del mismo azotando la puerta y claro conozco lo suficientemente a mi esposo como para ver que este no me seguiría.

Tomo el ascensor privado, marcando la clave en el tablero. Este no tarda en llegar, me introduzco en el recostando mi cuerpo en la pared, esto tardara un poco en bajar por completo. Analizo mi situación, si puede que nos hayamos apresurado casándonos tan jóvenes, pero desde siempre supimos que éramos el uno para el otro. Aunque nuestros mundos sean tan diferentes, porque vamos una chica escritora de novelas gráficas de terror, casada con un modelo profesional es algo impresionante de contar.

Me pierdo por un momento en mis pensamientos, tanto que veo como las puertas del ascensor de abren dándome la vista del lobby infestado de personas, genial siempre evito salir a esta hora.

Ignoro todo a mi alrededor, saliendo de este al igual que del edificio, necesito despejarme un poco.

Paso la caseta de seguridad, y por fin salgo a la calle siendo recibida por un enorme coro de bocinas. No me encuentro concentrada en nada, quiero pensar en todo y nada. Tanto que no me doy cuenta que estoy caminando en el medio de la calle llena de autos sin quiera ver que la luz del semáforo mas cercano ha cambiado a luz verde.

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No sé qué decir, este me ha tomado por sorpresa, si debería estar tras mi esposa en este momento. Pero la conozco lo suficiente como para saber que si me acerco en ese estado de enojo podría quedarme sin descendientes.

-Maldita sea Lee- mi maldito agente me aseguro que solo serian unos cuantos días, y que perfectamente podría llevar a mi esposa a Japón, pero al parecer el contrato que no me había molestado en leer al momento de firmar claramente dice otra cosa- No seas un marica Shin ¿tienes miedo de Soo?- me reto a mí mismo, tengo que ir por ella, se que será un peligro físicamente al menos para mí pero debo de tener los pantalones de la relación.

Tomo las llaves del ático, encaminándome hasta fuera de este.

Usualmente el ascensor no toma mucho tiempo en subir ya que es exclusivamente para nuestro piso. Pero al parecer hoy no es mi día, ya que he esperado por algunos minutos y este nada que aparece.