Rojo, Pidge nunca había conocido el Rojo en su vista, ese extraño color, del que sus amigos hablaban como uno de los tres colores primarios más importantes y que era terriblemente llamativo era completamente desconocido para ella.Nunca había visto el rojo, en vez de eso, veía un gris completamente opaco. Ya fuera en los buzones en medio de la calle, las flores, los letreros de Alto en cada esquina concurrida o incluso en la semáforos. Allura tenía que sujetarle el brazo para evitar que sufriera un accidente desastroso y Pidge se lo agradecía profundamente. Su alma gemela debía ser alguien con ese color, pensó, para tener que sufrir por estos pequeños percances. Si el rojo era su emblema, Pidge pensó que esa persona que estaba conectada a su vida tan profundamente debía también tener problemas más grandes. Si el rojo era un color muy concurrido, el verde debía serlo mucho más.
Entonces, pensó que si quería hacerlo más fácil y que la encontrara.
Ella debía llevar algo que le ayudara a reconocerla en la multitud. Ni siquiera sabía si vivía en la misma ciudad o el mismo condenado estado. Ese alguien podría encontrarse a mares de distancia o vivir inclusive en el espacio. Honestamente, no lo sabía. Pero entonces, decidió que ella haría algo al respecto y pronto. Entre múltiples ideas que se le cruzaron por la mente, como usar siempre su camiseta favorita que coincidentemente era de ese mismo color o llevar una nueva montura de gafas, pensó en algo simple. Ella llevaría algo fácil de llevar y que no le diera problemas. Un listón verde en un pequeño cajón de su armario que no tuvo oportunidad de llevarlo puesto la escuela secundaria porque Kevin Foster era un niño que frecuentemente le encaraba tirar de su cabello cuando nadie estaba presente para verlo. Pidge odiaba la sensación de las lágrimas saladas de esa dolorosa experiencia, pero pensó que no era nada comparado por lo que recibía los primeros días de su existencia. Era esa sensación de pequeños moretones que aparecieron en sus primeros años, a pesar que ella nunca se había golpeado en su vida y sus constantes agresiones no llegaban a ese grado por sus matones habituales.
Era algo diferente, como las terribles ganas de llorar o la necesidad de ser abrazada.
Su alma gemela estaba sufriendo.
Ella quería preguntar siempre si estaba bien, a veces, solía escribir con un rotulador en su muñeca como Allura le había enseñado a hacerlo desde muy pequeña para comunicarse con su alma gemela, un chico que decía de ser de cuba y charlar amenamente por la noche antes de dormir. Pero nunca recibía respuesta clave. Oh bueno, no la recibió en las primeras ocasiones que preguntó. Quizás el orgullo o porque él no convidaría en un confidente desconocido. Aquello le dolió. Pero decidió esperar y dar lo mejor. Si su alma gemela pasaba por problemas, ella no debía más que estar allí, como Matt acostumbraba a hacer cada vez que tenía un mal día. Decidió utilizar el listón verde con orgullo, con el solo objetivo que su alma gemela la viera y la reconociera de inmediato.
Pidge, indiscutiblemente, quería ayudarlo.
Pero entonces, su mamá que lo mejor sería ser paciente. El encuentro se daría en el momento adecuado y en el tiempo apropiado. Apresurar las cosas no ayudaría en nada a algo que ya estaba presionado como la compra de los víveres en un papel para la semana. En los años que pasaron, paso por la adolescencia y su cuerpo comenzó cambios no tan notables. Allura, por el contrario, se convirtió en alguien hermosa y con un cuerpo mucho más desarrollado. Una mariposa recién salida de su crisálida que no tan pronto se vio amenazada de caer en redes de captores aficionados, poéticamente hablando. Lotor era un problema en sí, merodeando donde fuera que vaya y apartándola de su mejor amigo como si fuese una clase insecto desagradable. Pidge optaba por ignorarlo, porque sabía que de alguna manera, Lotor no era el chico que Allura buscaba persistentemente. En primer lugar, el muchacho utilizaba demasiado violeta como marca de etiqueta y era el azul que infinitamente buscaba. En segundo, Allura no era tan superficial para caer bajo los encantos del niño mimado de la escuela y en tercer lugar, su amiga tenía un buen juicio para no caer con las personas equivocadas.
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★ Space and Geeks...[Kidge] ★
FanfictionColección de Drabbles & One-Shots entrelazados entre Keith y Pidge, un antes y después de la guerra. Porque entre el rojo y el verde, había algo que sucedía hace mucho tiempo bajo el escrutinio incesante de Lance en esa extraña atmósfera que compart...