La gente dice que el tiempo es relativo, que depende de la mentalidad que tenga la gente ¿Nunca te has preguntado cómo se siente el tiempo? Bueno, la Señorita Tiempo como la llamo yo es alguien curioso. Siempre está apurada y trata de mantener todo en su lugar y con un horario, las personas dicen que no deja pasar un error por alto; pero hay que entenderla lleva el peso de almas sobre sus cansados y rojos hombros. Ella no es muy linda, ni muy amable; pero siempre me daba algo de ella para tomar té, ella de frutos rojos y yo mis lágrimas de limón y gengibre. Me ayudaba a regar mis plantas y las posaba cuando no me daba cuenta, ella solía llorar a la Luna cada noche y derramaba tanto té que lo almacenaba para luego regalarlo a las almas que de ella necesitaban comprensión. Si deseo más grande era poder dormir, que el mundo se quedara sin tiempo y de ella dejarán de salir suspiros de agonía, ansiaba ver al mundo sin ella y que yo creciera sin tener que oir como le lloraba a la Luna, en pocas palabras lo que más ansiaba era la muerte.
Podrá sonar muy triste un deseo tan egoísta; más debes entenderla, mi gran amiga ya no podía ni siquiera con el peso de sus párpados grises. Mi gran amiga, llegaba muy tarde para acostarse con migo en la lluvia en un sillón de mi sala y tomar té durante horas. Un día se enteró de las raíces de mis árboles y en un intento de ayudar trajo a Vida y Muerte, que aunque no lo creas son los jardineros del mundo mismo; más era tarde y ya no había retornó. Ella no contuvo el peso de los problemas y de ella empezó a salir sabia amarga y blanca, hasta que pudo cumplir su sueño, fue al mar de los sueños con una cuchara de porcelana brillante y echó miel en sus muñecas, los peces volaron hacia ella y la atrajeron al mar como una de ellos, un pez del alma y esperanzas refugiándose en los sueños de la gente y transformándolos en hermosas flores que lanza al cielo de vez en cuando.
Mi gran amiga, mi tiempo y mi madre, la cual pudo cumplir su sueño de quitarse la vida.