Capítulo XVII

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El niño aún estaba tan sorprendido como yo.No podía estar en esta casa,sentí una angustia en el pecho de repente.Si no fuera por Eric,me estubiera besando con Estefan.Tenía que irme de allí,me sentía como si engañara a Dylan,Pero...Dylan y yo no teniamos nada...¡Joder,Estefan siempre me complica las cosas!Cogi la maleta pero Estefan me sugetó la mano,enviando por todo mi brazo descargas electricas.

-Eric vete de aqui-ordenó sin mirarme.El niño se movió un poco y se puso a mover sus manos en un gesto nervioso.

-Es que...me echaran la bronca...-Estefan lo miró y suspiró.

-Dile a Idalia que te obligué a que te fueras-Eric lo miró fijamente y se mordió el labio mirando fijamente a Estefan-Si te descubren siempre puedes decir que ha sido culpa mia-Finalmente Eric asintió y se fue de la habitación.Estefan me miró de reojo y se levantó.Cogió mi maleta y la aventó contra la pared haciendo que el plastico de esta se abollara.Me miró socarronamente y sonriendo con esa sonrisa tan suya,tan irritante a veces y tan...sexy.Parecía que el Estefan de antes había vuelto por un momento.Joder parecía bipolar este hombre.Di un paso hacía atras,sorprendida mas que asustada.Cuando me miraba de esa forma,un fuego placentero inundaba mis venas.Ni siquiera me había tocado,Dios.

-¿Que...que haces?-hasta me trababa al hablar.Cada vez se acercaba más y yo me alejaba hasta notar la fría pared en mi espalda.Estefan cerró la puerta y caminó lentamente a mi dirección.Baje la cabeza pero el cogió mi mentón y lo alzó para que lo mirase.Sus ojos esmeraldas me miraban algo oscurecidos y jadee un poco.

-Quiero hacerte mía Natalia.Solo mía-susurraba con sus ojos oscurecidos por la lujuria.Su voz estaba ronca y el fuego ardió más en mis venas cuando rodeó con su brazo mi cintura.Tragué saliva,estaba muy cerca y...joder,algo estaba mal.Aún agarraba mi mentón con una mano y con la otra me acercaba a él.

-Esto...joder esta mal-me removí un poco aunque su tacto era tan calido y suave.Sonrió más con esa media sonrisa tan pícara.Me sugetó con fuerza y eso me calentó aún más.Sentía que mi cuerpo estaba internamente en llamas placenteras.Se acercó a mi cara mirando a mis labios.Luego subió la mirada hacía mis ojos y sin dejar de soreir,se relamió sus labios haciendo que fuera irresistiblemente sensual.

-No tienes nada con Dylan,no veo que mal hay nena-Joder,joder,joder.Me sentía mal,muy mal.Pero Estefan...tan sexy...tan cerca...Natalia concentrate.Pero es impósible hacerlo mientras me acaricia con sus suaves manos y me mira con lujuria.Se inclinó y apoyó el mentón en mi hombro.Se acercó a mi oreja y note como su aliento me ponía la carne de gallina-No te hagas más la estrecha.No creo que Dylan se entere,Natalia,no vivas siempre siguiendo las normas ni preocupandote por los demás.Desatate cariño-era la primera vez que me había llamado con motes cariñosos y no me había acostumbrado.Sus manos descendieron por mis piernas y las acariciaron arriba de las rodillas.

Se puso a dar pequeños besos en mi cuello.Me sentía mal pero era tan placentero cuando me acariciaba y me besaba de esa manera.Me deje llevar por un momento mientras sus pequeños besos se convertían en besos húmedos.Un suspiró salió de mi boca y Estefan se incorporó.Me besó apasionadamente,parecía que nuestras lenguas peleaban y saboree su sabor.

Creo que me estaba dejando demasiado llevar,pero era tan adictivo que no podía parar.Mis manos se deslizaron a su pelo y jugué con mis dedos en el.Él apretó su cuerpo con el mió y me dejo aprisionada contra la pared.

Aparte mi boca de mis labios y bese su mentón cegada por la lujuria.Fui bajando a su cuello y le di unos besos bajando y subiendo.Noté que de su pecho salía un ronroneo.Antes de que me diera cuenta,bajó las manos en mi trasero y me subió.Me hizo caer sobre la cama y se puso encima mio.Me volvió a besar pero más pausadamente.Mis manos tomaron vida propia y le empece a subir la camiseta.Él sonrió picaramente y se puso de rodillas para quitarsela.Cuando se la quitó mis ojos no pudieron parar de mirarle su pecho y sus abdominales bien definidos.

-¿Te gusta lo que ves?-me sonroje violentamente y mire hacía otro lado.Él se puso encima de mi de nuevo y aprovecho que estaba mirando para otro lado para mordisquear mi cuello-Yo si que disfruto lo que veo-me acarició una mejilla sonrojada-me encanta cuando te sonrojas asi-siguió besando mi cuello y fue descendiendo a mi clavícula.Jadeé por el fuego tan fuerte en mi y él se alejó para quitarme la camiseta.Yo lo ayudé y estiré los brazos para que le sea más fácil quitarmela.Tiró la camiseta casi con violencia y miró mis pechos con mirada lujuriosa.Yo intimidada,me abrace para que no mirase.Vi mis pechos con verguenza y mire mi sugetador azul oscuro con forma de corazón.Estefan separó los brazos de mi pecho y los puso encima de mi cabeza con una mano.Con la otra me hizó mirarle directamente a esos ya oscuros ojos verdes.

-No te averguences nunca de tu cuerpo,Natalia.Eres hermosa-me volvió a besar.Su boca se fue hacía el monte de uno de mis pechos y dejó mis manos libres.Puse mis manos en su pelo y lo mire mientras besaba mi piel.Yo jadeaba por el fuego dentro de mi y sentía como se me formaba un nudo en mi vientre.Besó mis pechos por encima del sujetador y yo jadee con fuerza.Quité las manos de su pelo y las puse en su cuello.Sus manos fueron por mi espalda hacía el broche de mi sujetador.Me alce un poco para ayudarle.Note que sus manos quitaban el broche con facilidad y  me lo fue deslizando lentamente.

Hasta que alguién abrió la puerta con violencia y nos apartamos el uno del otro.Mire a la puerta esperando que era Eric o la tal Idalia...Pero no eran ellos.

-¡¿Que cojones haces con mi hermana?!-gritó Manuel enfadado.

Hermana...me había llamado hermana.

Diez Noches Para OlvidarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora