...Volviendo al pasado...
—Yo...Soy... —pensativo, intercalando mi mirada con una sonrisa algo nerviosa, se relamió los labios y volvió a su moto, sentándose mientras hacía un gesto de limpiarse la nariz con su pulgar.
—Solo estoy pidiendo tu nombre, no es como si se fuera a acabar el mundo, chico lindo.
—¿Piensas que soy lindo?
—Ese no es el punto, no estoy para levantarte el ego, solo quería una respuesta de algo simple.
—Si es tan simple ¿porque no dices el tuyo rubia?
—Dices poder conocerme, dímelo tú. —con mis ojos entre cerrados, juzgandolo.
Él suspiró y me estudió rápidamente, mirándonos mutuamente en un intenso silencio, donde fue interrumpido por unos ruidos de patrullas y drones a la cercanía, podía hasta escuchar a los cyber-perros, ambos volteamos alarmados para luego vernos con ese cierto terror de ser atrapados. El chico sacó un chip de casco de su bolsillo, ofreciendomelo.
—Ponte esto rápido.
—No me montaré en la moto de un extraño que ni siquiera puede darme su nombre.
Este me lanzó una carcajada de frustración y cierta burla, mirando al techo, lanzando un suspiro rendido.
—Eres increible de verdad, no se que hice yo en esta vida como para... —se mordió el labio y me dirigió la mirada, intercalando cada ojo con rapidez— Ok linda... —sonriendome de media luna— Tendrás que conformarte con saber que soy el hombre que tiene todas tus respuestas. —tomándome del brazo con cierta brusquedad, acortando la distancia de nuestros rostros— Así que te conviene subirte a la moto de este extraño.
Entre el cruce de miradas y aliento, el ladrar de un perro resonó a mis espaldas, voltee para verlo al final del estacionamiento. Tome el casco de sus manos.
—¡Vamonos extraño!
Nos montamos con rapidez, ya que el perro estaba por saltar sobre nosotros.
—¡Tomate de mí con más fuerza! —derrapando en un círculo, evadiendo al perro con dientes de metal sólido.
Salimos de ahí con maniobras rápidas y precisas, nuestros cascos se intercomunican mutuamente, me di cuenta de inmediato gracias a que insistió en que me pegara más a él. Pero sin esperar a que lo hiciera, me tomó de un brazo y me lo jalo hacia adelante, y lo colocó abrazándolo por completo. Nos persiguen con insistencia, y yo sin algún arma... mis manos no solo están tocando su abdomen, puedo reconocer una pistola guardada descuidadamente entre los pantalones.
—Creo que tendrás que prestarme esto y hacerme caso, cruzaras en la siguiente intersección ya que estoy segura que más adelante nos estarán esperando, y esta vía puede que nos lleve a una zona más transitada y será más fácil de evadir a la poca seguridad en esa zona gracias a la banda que reside ahí cerca. —explicando con rapidez y precisión.
—¿Qué piensas hacer?
—¿No es obvio? solo los hare explotar. —sacando su arma justo al cruzar, y solo necesite una bala y una buena puntería para crear un caos, como dominos, uno a uno explotó y colisionó.
Y como predije, la seguridad era escasa, así que la burlamos fácilmente, y así fue el resto del camino, hasta que eramos completamente libres, en una carretera desolada, y poco a poco mas y mas arboles aparecen en nuestros alrededores, reconociendo nuestro paradero.
...Edificios abandonados en el Área Arael...
—¿Qué hacemos aquí? —pregunte, entramos a un edificio desolado y en ruinas, teníamos linternas para desplazarnos en tal oscuridad, el edificio tenía unos cuantos muebles deteriorados y cubiertos de sábanas que posiblemente antes eran blancas, era un poco terrorífico.
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MAC.
Ficción GeneralEn un lugar repleto de crimen y basura humana ¿sera posible que la inocencia en una chica en estas condiciones exista? Mackenzie tiene un pasado del cual no puede escapar y un presente que la deja con las manos manchadas . . ¿Que tanto Mac tendrá q...