Diario de un Joven Escritor

De menos a más...

Hoy fue un día... muy peculiar.
La escuela estuvo bien, no me quejo, por qué lo haría... lo interesante comenzaría luego de ella.
Al volver a casa para la hora de almuerzo, una amiga me llamó desde la otra cuadra:
-¡Gabito!
Yo giré para ver quién era, era mi amiga "L", quien estaba acompañada de otra amiga. Pasa que... esa otra amiga solía ser alguien en extremo especial para mí... tanto, que yo mismo me vi obligado a alejarme de ella, porque simplemente era algo destinado a no funcionar, nunca, jamás...
Dadas las circunstancias, "L" me señaló entre carcajadas a esa amiga, quien caminaba alegre a su lado. Parece que ella apenas y me saludó con la mano, pero yo me vi... petrificado...algo aturdido... intenté no hablarle, ni siquiera dirigirle la mirada todo este tiempo, pero ahora me saludaba... Pff, yo sólo pude sonreirles a ambas, y darme media vuelta para entrar en mi casa.
No me culpen, realmente prefiero distancias esta vez, es mejor así, para mí y para todos...
En fin, volví al cole para coro, pasé coro, y luego de un riguroso y perturbador exámen improvisado de coro en grupos, fuimos libreeees.  Consejo del día: Si están en el coro juvenil del Laredo, traten de escuchar el esfuerzo que hago en los tenores, hay cada voz que ufff... un tema aparte.